viernes, 12 de diciembre de 2014

Shambala , mitos e historia (4).



Aparte de ciertas inexactitudes y contradicciones históricas entre los anteriores dos relatos de Haushofer y de las creencias de la Sociedad Thule, parecen significativos dos puntos de acuerdo. En primer lugar, Steiner y Bailey asociaron con Shambala el poder regenerativo de destruir estructuras obsoletas y edificar nuevas estructuras reformadas. Ellos representaron este poder benevolente en último término con Lucifer. Haushofer y la Sociedad Thule, por otra parte, supuestamente asociaron a Lucifer y este benevolente poder con Agharti. Para ellos, Shambala era una zona de poder destructivo simplemente malévolo, representado por Ahriman y el materialismo desenfrenado. En segundo lugar, aunque la Sociedad Thule y los Nazis buscaron primero la ayuda de Shambala, representando el malvado sendero del materialismo, fueron rechazados. En su lugar, recibieron el apoyo de Agharti, que representa el sendero positivo en último término de destrucción de los débiles y creación de la Raza Superior como el siguiente paso adelante en la evolución humana.

Dejemos a un lado, por el momento, la cuestión de si la Sociedad Thule y el Ahnenerbe enviaron realmente misiones al Tibet buscando ayuda de Shambala y Agharti. No obstante, asumamos, también por el momento, que Haushofer realmente combinó las leyendas de Shambala y Agharti con las creencias de la Sociedad Thule y que la mezcolanza resultante representó la posición ocultista Nazi. Si este fuera el caso, entonces una posible teoría que explicara la afirmación de que Shambala rechazó el acercamiento Nazi, mientras que Agharti lo aceptó sería como sigue.

Según Dorjiev, Shambala estaba asociada con Rusia y después también con el Comunismo, mientras que según Ossendowski, Agharti estaba asociada con el anti-Comunismo y las fuerzas antisemitas del Barón alemán von Ugern-Sternberg. Desde la Revolución Comunista Bávara de 1918, la Sociedad Thule y Hitler eran enconados anticomunistas. Antes de esto, ellos eran ya antisemitas. Así, a sus ojos, Shambala era una fuerza negativa y oscura que apoyaba la ciencia pura materialista “Judeo-Marxista-Liberal”. Con este sentimiento anticomunista, Hitler firmó el Pacto Anti Comunista con Japón en Noviembre de 1936, en el que ambos países declaraban su mutua hostilidad hacia la propagación del Comunismo internacional. Ambos acordaron que no firmarían ningún tratado político con la Unión Soviética. No obstante, para evitar una guerra europea de dos frentes, Hitler firmó el Pacto Nazi-Soviético con Stalin en agosto de 1939. Él rompió este pacto, sin embargo, en junio de 1941, cuando las fuerzas Nazis invadieron

La Unión Soviética.

Una explicación y justificación ocultas del cambio de opinión podría haber sido a través de una alegoría. Shambala (al Unión Soviética, el Comunismo y los Judíos) era básicamente malvada (reconocido por el Pacto Anticomunista). No obstante, Hitler buscó primero una alianza con ella (el Pacto Nazi-Soviético). Shambala rechazó (Hitler culpó a la Unión Soviética de las razones por las que él rompió el tratado), Hitler entonces acudió y recibió apoyo de Agharti. (Ungern, un precoz alemán antisemita y antibolchevique, también había buscado apoyo de Agharti, pero había fracasado al intentar localizar el fabuloso lugar. Así, Ungern había fallado en su misión. Como las expediciones de Hitler habían encontrado Agharti-Asgaard y recibido su ayuda, los Nazis vencerían con toda seguridad.)

Los siguientes hechos apoyarían la teoría anterior que explica la representación Ocultista Alemana de Shambala como un lugar de fuerzas malignas. En Der Weg nach Shambhala (El Camino a Shambala) (1915), el explorador alemán de Asia Central, Albert Grünwedel, informó que Dorjiev había identificado la Dinastía Romanov como los descendientes de los reyes de Shambala.

En Sturm Über Asien (Tormenta sobre Asia) (1924), el espía alemán Wilhelm Filchner conectó la campaña soviética para conquistar el Asia Central con el interés de los Romanov en el Tibet desde comienzos de siglo. En 1926, los Roerich entregaron tierra supuestamente regalada por los mahatmas del Tibet al Ministro de Asuntos Exteriores Ruso Chicherin para que la pusiera en la tumba de Lenin. Helena Roerich se refería a Marx y a Lenin como mahatmas y afirmaba que emisarios de los mahatmas del Himalaya se habían incluso reunido con Marx en Inglaterra y con Lenin en Suiza. Los mahatmas apoyaban los ideales comunistas de hermandad universal.

En “Aus den letxten Jahrzehnten des Lamaismus in Russland (Acerca de las Últimas Décadas de Lamaísmo en Rusia)” (1926), el sabio alemán W.A. Unkrig citó el libro de Filchner y repitió el informe de Grünwedel concerniente a Dorjiev, los Romanov y Shambala. También refería la ceremonia en el templo Budista de San Petersburgo para conmemorar el 300 aniversario del imperio Romanov. Alertando sobre la influencia de este templo y de una alianza de la Unión Soviética, Mongolia y el Tibet, Unkrig acababa su artículo con la cita en latín “Domine, libera nos a Tartaris” (Dios, líbranos de los Tártaros). Esto encaja bien con la Geopolítica de Haushofer y sus recomendaciones para que Alemania conquistara espacio vital en Asia Central, el hogar de la raza Aria.

Ya en 1910, Steiner daba conferencias en Berlín y Munich sobre Shambala como el trono de Maitreya, el Anticristo que libraría al mundo de las enseñanzas espirituales pervertidas. Tiere, Menschen und Götter (Bestias, Hombres y Dioses)”, la popular traducción del libro de Ossendowski, apareció en 1923. Presentaba Agharti como una fuente de poder que el barón von Ungern-Sternberg buscó para apoyar su batalla contra el líder comunista mongol Sukhe Batur, que estaba enardeciendo a sus tropas con historias de Shambala. Recordemos que la Sociedad Thule identificaba Agharti con Asgaard, el hogar de los dioses noruegos Arios.

Durante la primera mitad de los años 1920, una llamada “guerra oculta” tuvo lugar entre las Sociedades Ocultistas y las Logias Secretas en Alemania. En 1925, Steiner fue asesinado y muchos sospecharon que la Sociedad Thule había ordenado su asesinato. En años posteriores, Hitler continuó la persecución de los Antropósofos, Teósofos, Francmasones y Rosacruces. Varios sabios adscriben esta política al deseo de Hitler de eliminar cualquier rival ocultista a su dominio.

Steiner, por ejemplo, había encargado la traducción alemana de la novela de Bulwer-Lytton sobre el Vril, The Coming Race ( La Raza que Viene), bajo el título alemán más explícito Vril, oder einer Menschheit der Zukunft (Vril, o la Raza del Futuro), Además, desde que Steiner y la Antroposofía hablaron de Shambala como la tierra del futuro Mesías y de la benevolencia, tiene sentido que la Sociedad Thule y Hitler la describieran de la manera opuesta, como un lugar de maldad.

Entre 1929 y 1935, aparecieron cinco libros de la aventurera francesa Alexandra David-Neel traducidos al alemán, tales como Heilige und Hexe (Mystiques et Magiciens du Thibet, Con Místicos y Magos en el Tibet). David-Neel había pasado muchos años estudiando y viajando por el Tibet y relató que los adeptos allí tenían poderes extrafísicos que les permitían desafiar la gravedad y correr a una velocidad sobrehumana. Consecuentemente, la fantasía sobre el Tibet como la tierra de los misteriosos poderes mágicos creció salvajemente.

En 1936, Theodor Illion, un explorador alemán que viajó por el Tibet a principios de los años 1930, publicó Rätselhaftes Tibet (En el Tibet Secreto) bajo el pseudónimo Theodor Burang. En él, también describía los poderes sobrenaturales que poseían los adeptos tibetanos. En su segundo libro, Finsternis über Tibet (Oscuridad sobre el Tibet) (1937), describía cuando le condujeron a una ciudad subterránea en el “Valle del Misterio”, donde una “Fraternidad Ocultista” canalizó energía espiritual para obtener poder. Su líder era el mago Príncipe Mani Rimpotsche. Aunque este “Príncipe de Luz” pretendía ser un benevolente regente, era en realidad el líder de un culto maligno, un “Príncipe de la Oscuridad”. Illion nunca mencionó Shambala, pero sus populares trabajos habrían añadido peso a la afirmación ocultista Nazi de que Shambala era un lugar de magia maligna.

Pruebas que rebaten la Afirmación del Apoyo Oficial Nazi de las Creencias Ocultistas Germanas sobre Shambala Supongamos que el movimiento ocultista Nazi, representado por la Sociedad Thule, utilizó la alegoría Shambala-Agharti para justificar el cambio de política de Hitler hacia la Unión Soviética. Aún así, parece altamente improbable que las instituciones oficiales Nazis, como el Ahnenerbe, tuvieran a Shambala y Agharti en sus agendas, incluso en sus agendas ocultas. Examinemos las pruebas que apoyarían esa conclusión.

Hitler se convirtió en Canciller de Alemania en 1933. En ese mismo año, Sebotendorff, el fundador de la rama de Munich de la Sociedad Thule, publicó Bevor Hitler Kam (Antes de que Hitler Viniera), en dicho trabajo resumía la deuda de Hitler con el “Thulismo”. Hitler prohibió rápidamente el libro y obligó a Sebotendorff a dimitir. Aunque Hitler claramente abogaba por las creencias de la Sociedad Thule, desautorizó cualquier conexión con movimientos ocultistas establecidos. No quería dejar abierta la posibilidad de que surgiera la rivalidad de cualquier parte.

Haushofer y la Sociedad Thule, sin embargo, no fueron las únicas influencias entre bastidores sobre el Ahnenerbe. Sven Hedin, el explorador sueco del Tibet y favorito de los Nazis, también jugó un papel significativo. Entre 1922 y 1944, escribió varios libros populares en Alemania sobre sus viajes por el Tibet, tales como Tsangpo Lamas Walfahrt ( La Peregrinación de los Lamas Tsangpo) (1922). Muchos otros fueron traducidos al alemán del inglés, tales como My Life as an Explorer (Mi vida como Explorador) (1926) (en alemán Mein Leben als Entdecker, 1928) y A Conquest of Tibet (Una Conquista del Tibet) (1941). Además, en Ossendowski und die Wahrheit (Ossendowski y la Verdad) (1925), Hedin desacreditaba la afirmación de Ossendowski de que los Lamas mongoles le habían hablado de Agharti. En este libro, él descubría Agharti como una fantasía tomada de la novela de 1886 de Saint-Yves d’Alveidre.

Frederick Hielscher, a quien Hitler autorizó a fundar el Ahnenerbe en 1935, era amigo de Sven Hedin. Además, Hitler invitó a Hedin a pronunciar el discurso de apertura de los Juegos Olímpicos de Berlín de 1936, y en 1937, Hedin publicó Germany and World Peace (Alemania y la Paz Mundial) Desde 1939 hasta 1943, Hedin desempeñó varias misiones diplomáticas para Alemania y continuó con sus publicaciones pronazis. La evidencia más clara de su influencia sobre el Ahnenerbe es el hecho de que, en 1943, el Instituto del Tibet del Ahnenerbe pasó a llamarse el Sven Hedin Institut für Innerasien und Expeditione (Instituto Sven Hedin para el Asia Interior y expediciones).

Haushofer fue de hecho crucial en el arranque del Ahnenerbe y en que su agenda se basara en muchas de las creencias de la Sociedad Thule. No obstante, debido a Hedin, es improbable que el Ahnenerbe buscara y recibiera apoyo de Agharti en el Tibet. Hedin reconoció que el Tibet era un depósito de antiguo conocimiento oculto, pero no le atribuyó importancia ocultista. Ni asoció este conocimiento con Shambala o con Agharti.

Además, parece bastante improbable que grupos de tibetanos estuvieran presentes en Berlín y Munich desde 1926 hasta 1929, bajo los auspicios de la Sociedad Thule. Si ese fuera el caso, entonces como el Ahnenerbe había sido oficiosamente asociado a la Sociedad Thule, no habría habido necesidad de enviar una expedición al Tibet para medir los cráneos de los Tibetanos. Podrían haber hecho esas mediciones en Alemania. Así, la afirmación de que la Sociedad Thule patrocinó viajes anuales al Tibet desde 1926 hasta 1942 parece también bastante improbable.

La Conexión Kalmyk El relato de Pauwels y Berger de que al final de la guerra, los rusos encontraron en Berlín un gran número de cadáveres de soldados de la raza del Himalaya, vestidos con uniformes Nazis, que habían cometido suicidio, también necesita escrutinio. La implicación tácita es que los rusos encontraron los cuerpos de los adeptos Tibetanos de Agharti que estaban ayudando a la causa Nazi y que, como Haushofer, se suicidaron ritualmente.

En primer lugar, el hara-kiri era una práctica samurai japonesa, que muchos soldados japoneses en la Segunda Guerra Mundial promulgaban para evitar la captura. Los seguidores del Budismo Tibetano, sin embargo, consideran el suicidio un acto extremadamente negativo con graves consecuencias en futuras vidas. Nunca es justificable. El informe atribuye inapropiadamente costumbres japonesas a los Tibetanos. En segundo lugar, cualquier soldado de origen himaláyico encontrado con un uniforme Nazi habría sido con toda probabilidad un mongol de Kalmyk, no un tibetano. Es más, la lucha de los Kalmyk en el ejército alemán no demuestra su apoyo de la ideología Nazi ni el apoyo de la misma por sus creencias budistas tibetanas. Examinemos los hechos históricos, complementándolos con la información obtenida de entrevistas con Kalmyk que vivían en Munich y que habían participado en muchos de los eventos descritos con anterioridad.

Los mongoles Kalmyk son seguidores de la forma tibetana de budismo y tienen una larga historia de asociación con los alemanes. Un gran grupo de ellos emigró al oeste desde la región Dzungaria de Turkistán del Este entre 1609 y 1632. Se establecieron en Rusia a lo largo del bajo Volga, donde desemboca en el Mar Caspio. Allí continuaron su estilo de vida nómada.

En 1763, la Zarina Caterina II la Grande invitó a casi treinta mil alemanes a establecerse en la región del Volga al norte de los Kalmyks. Ella quería que cultivaran la fértil tierra y la protegieran contra los “Tártaros”. Ella trató de imponer el Cristianismo y la agricultura entre los Kalmyks, provocando que muchos regresaran a Dzungaria en 1771. Eventualmente, sin embargo, aquellos que permanecieron en Rusia fueron aceptados, especialmente porque eran excelentes soldados. Durante las guerras napoleónicas (1812-1815), por ejemplo, el ejército ruso disponía de un regimiento Kalmyk. Durante el siglo siguiente, los soldados Kalmyk fueron prominentes en las divisiones del Ejército Zarista.

Aunque los estilos de vida y costumbres de los Alemanes agrarios del Volga y los ganaderos nómadas Kalmyk diferían notablemente, los vecinos gradualmente acabaron por respetarse. Los alemanes, de hecho, se interesaron por los Kalmyks. Tan pronto como en 1804, Benjamin Bergmann publicó un trabajo de cuatro volúmenes sobre su idioma y religión, titulado Nomadische Streiferein unter der Kalmüken in der Jahre 1802 und 1804 (Migraciones nómadas entre los Kalmyk en los años 1802 y 1804). Sven Hedin pasó a través de Kalmykia en una de sus primeras expediciones a Dzungaria y expresó gran admiración por su pueblo.

Tras la Revolución Comunista de 1917, muchos Kalmyk permanecieron leales a las fuerzas zaristas y continuaron luchando en el frente bielorruso, especialmente bajo el mando de los generales Vrangel y Deniken. Antes de que el Ejército Rojo irrumpiera en la Península de Crimea a finales de 1920, unas veinte familias Kalmyk huyeron cruzando el Mar Negro con Vrangel y se establecieron en Varsovia y Praga. Un número mucho mayor se fue con Deniken, la mayoría estableciéndose en Belgrado y un número mucho menor en Sofia y en París y Lión. Los refugiados Kalmyk de Belgrado construyeron un templo budista allí en 1929. Los Comunistas castigaron severamente a los Kalmyks que se quedaron, decapitando a diez mil.

En 1931, Stalin colectivizó la tierra de los Kalmyk, cerró los monasterios budistas, y quemó los textos religiosos. Deportó a Siberia a todos aquellos ganaderos que poseyeran más de quinientas ovejas y a todos los monjes. En parte debido a las políticas de colectivización de Stalin, hubo una gran hambruna desde 1932 hasta 1933. Aproximadamente sesenta mil Kalmyk murieron.

Después de que Hitler invadiera la Unión Soviética en septiembre de 1941, Goebbels invitó a Berlín a varios Kalmyk prominentes de Belgrado, París y Praga a ayudar con una campaña de propaganda. Los Nazis deseaban ganarse los Kalmyk para el lado alemán contra los rusos y nunca enviaron a ninguno de ellos, mientras estuvieron en el poder, a un campo de concentración. Así, Goebbels organizó este núcleo en un comité para liberar los Kalmyk del régimen Comunista. En relación con esto, les ayudó a imprimir un periódico en idioma Kalmyk y les usó para difundir noticias de radio en idioma Kalmyk dirigidas a su país.

Cuando la Decimosexta División Panzer Nazi bajo el mando del Mariscal de Campo Mannstein tomó Kalmykia a principios de 1942, tres miembros de este comité le acompañaban. Varios kalmyk de Belgrado también participaron en la invasión, habiéndose unido al ejército alemán tras la ocupación de Serbia en abril de 1941. El pueblo de Kalmykia dio la bienvenida al ejército alemán con mantequilla y leche, la ofrenda tradicional a huéspedes bienvenidos, como liberadores de la tiranía opresiva de Stalin. Los alemanes dijeron que desmantelarían las cooperativas y dividirían y privatizarían la tierra. Ellos permitieron que los Kalmyk practicaran de nuevo el Budismo. En respuesta, los Kalmyk exhumaron los textos religiosos que habían enterrado para salvaguardarlos y construyeron un templo provisional. En noviembre y diciembre de 1942, sin embargo, el Ejército Rojo retomó Kalmykia y destruyó todo lo que la gente había reconstruido.

Las tropas alemanas invitaron a los Kalmyk a retirarse y continuar la lucha junto a ellos. Unos cinco mil se unieron al ejército Nazi, formando el Cuerpo de Voluntarios de Caballería de Kalmykia. Sólo unas pocas mujeres y niños iban con ellos. Las tropas Kalmyk lucharon con el ejército nazi tras las líneas, sobre todo alrededor del Mar Azov. La mayoría de la población Kalmyk, sin embargo, permaneció en Kalmykia. En diciembre de 1943, Stalin les declaró a todos colaboradores de los alemanes y los deportó a todos a Siberia. No regresaron hasta la época de Kruschev, entre 1957 y 1960.

A principios de otoño de 1944, a la vista de la inminente invasión rusa de Serbia, muchos Kalmyk de Belgrado huyeron a Munich para evitar la persecución comunista. Un docto maestro budista y varios monjes les acompañaron. A finales de 1944, las tropas de caballería de Kalmyk que sobrevivieron en Rusia, junto con sus familias, se retiraron con el ejército alemán. Unos dos mil fueron a Selesia (Polonia) y mil quinientos a Zagreb (Croacia), donde se reorganizaron para luchar contra los partisanos.

Así, aunque varios Kalmyk estaban en Alemania y en territorio ocupado Nazi en los meses finales de la guerra, sólo unos pocos estaban en la zona de Berlín, efectuando aún labores de propaganda. Los soldados Kalmyk con uniformes Nazis estaban en Polonia y Croacia, no en Alemania. Aunque varios monjes Kalmyk practicaban rituales budistas tibetanos en los barracones y hogares de los Kalmyk en territorio ocupado por los Nazis, ellos rezaban por la paz y el bienestar de todos los seres. No había tibetanos entre ellos y no dirigieron ceremonias “ocultas” para una victoria Nazi, como algunos relatos ocultistas de posguerra narran.

Tras la guerra, los Kalmyk que quedaban en países de Europa Occidental estaban internados en campamentos de refugiados en Austria y Alemania, sobre todo en el entorno de Munich. Posteriormente ese mismo año, la Fundación Anna Tolstoi reasentó a la mayoría de ellos en Nueva Jersey, Estados Unidos. Tito entregó los que quedaban en Serbia a los Soviéticos, que inmediatamente los deportaron a Siberia.

Afirmaciones tras la guerra sobre Shambala y Platillos Volantes

Interpretaciones ocultas de otras actividades Nazis, asociándolas con Shambala, aparecieron también tras la guerra. Por ejemplo, una expedición alemana en 1939 a la Antártida, dirigida por el Capitán Alfred Ritscher, cartografió un quinto del continente, lo reclamó para Alemania, y lo llamó Neu-Schwabeland. Posteriores expediciones Nazis a la Antártida y actividad naval en el Atlántico Sur continuaron hasta el final de la guerra.

A finales de los años 1950, independientemente de esto, Henrique Jose de Souza, el presidente de la Sociedad Teosófica Brasileña en aquella época, propuso una nueva teoría de la tierra hueca. Dentro de la tierra reside Agharti, con su capital Shambala, como origen de los platillos volantes que emergen a la superficie a través de túneles en los polos Norte y Sur. Por consiguiente, la Sociedad Teosófica Brasileña construyó como su Sede Central en Sao Lorenço, Minas Gerais, un templo de estilo griego dedicado a Agharti. El alumno de De Souza, O.C.Hugenin, popularizó la teoría de su mentor en From the Subterranean World to the Sky: Flying Saucers (Desde el Mundo Subterráneo hasta el Cielo: Platillos Volantes) (1957). R.W.Bernard, en su libro de 1964 The Hollow Earth ( La Tierra Hueca), hacía salir los platillos volantes de Shambala y Agharti bajo la tierra a través de túneles secretos bajo los Himalayas en el Tibet.