Si
la capacidad analítica del hombre pasara a ser multidimensional y el
pensamiento multidireccional la conciencia humana se transformaría en otra completamente
distinta [...]
Fecha
Artículo: 11.6.14
La transformación de la
sociedad pasa por una transformación de la conciencia colectiva, lo que
significa que ésta viene determinada por la transformación de la conciencia
individual de una inmensa mayoría de los individuos que la componen.
¿Cabe esperar que en la situación en la
que nos encontramos en la actualidad la sociedad cambie su cosmovisión de la
forma en la que vive e interactúa con el prójimo?
La cosmovisión que tiene el individuo
hoy de la realidad en la que vive queda muy condicionada y mermada por la
propaganda, pero no sólo la propaganda reduce la capacidad de entendimiento de
lo que sucede en el mundo, también se ve condicionado por la incapacidad
de reconocerse como ser humano, con conciencia activa que podría afectar a los acontecimientos
que se van sucediendo a lo largo de la existencia.
Si el hombre de hoy no se reconoce es
porque su capacidad analítica está atrofiada y mutilada.
Esencialmente su vida queda
reducida a la simple supervivencia, su pensamiento se dirige a él mismo. El
super-Yo es el centro de su pensamiento y en gran medida sus preocupaciones
giran entorno al Ego, lo que equivale a decir que su incapacidad para
reconocerse es debido a que el pensamiento en muy pocas ocasiones varia de
dirección, con lo cual sólo percibe una mínima o ínfima parte de la
conciencia, en este aspecto es un hombre de conciencia unidimensional y por lo
tanto muy condicionado por la propaganda. Lo que implica que es un sujeto
dependiente y manipulado y en consecuencia mediocre.
Si la capacidad analítica del hombre
pasara a ser multidimensional y el pensamiento multidireccional la
conciencia humana se transformaría en otra completamente distinta, con otra
cosmovisión de la existencia humana y por lo tanto en una regeneración de la
conciencia colectiva y un nuevo entendimiento de las relaciones sociales en
sociedad, que inevitablemente cambiarían el status quo que impera en la
actualidad.
Es por esta razón que se hace
urgente que el ser humano se reconozca a él mismo completamente –o como
reza el aforismo griego “Conócete
a ti mismo”– y pueda desarrollarse en sociedad como persona
altruista, empática, generosa, y alegre con sus prójimos.