Japón, 12 de
Junio de 2014
Han pasado
tres años desde la catástrofe de Fukushima, pero las consecuencias para la
salud son más visibles que nunca. Sin embargo, la respuesta indiferente de
muchos gobiernos a la tragedia ha sido quizá más impactante que el propio
desastre.
Toneladas de
agua radiactiva continúan derramándose en el océano Pacífico, pero
paradójicamente, muchas agencias gubernamentales de salud han elevado los
estándares aceptables a la radiación. Las anteriores normas a la radiación
habrían generado una tasa de cáncer de 1 en 10.000 personas expuestas durante
un periodo de 30 años. Pero ahora, gracias a los esfuerzos de la Administración
de Barack Obama para elevar los niveles de la exposición a la radiación en
cantidades de hasta 2.000 milirem, esta tasa será de 1 entre 23 personas,
informa Global Healing
Center, haciendo referencia a varias investigaciones.
¿Qué otros
problemas han surgido tras el desastre nuclear en la planta de Fukushima?
1.
Contaminación de la piel
La
contaminación de la piel sigue siendo uno de los mayores riesgos después de un
desastre radiológico como el de Fukushima.
La exposición de la piel a los productos químicos y la radiación puede provocar
problemas superficiales en la epidermis y daños endocrinos.
2. Trauma
psicológico
Los datos
indican que los trabajadores y madres de niños de corta edad corren mayor
riesgo de sufrir trastornos de estrés postraumático, depresión y ansiedad
después de una catástrofe radiológica. Estos efectos pueden ser el resultado
directo de la exposición a la radiación, y la radiación en sí puede estar
directamente relacionada con los trastornos del estado de ánimo.
3. Cáncer
Los
científicos y las agencias de salud gubernamentales han sido conscientes sobre
los riesgos del impacto de la radiación tanto en seres humanos como animales.
Los altos niveles pueden ser fatales y aumentar las probabilidades de defectos
genéticos hereditarios.
4. Daño de la
tiroides
El yodo-131,
un radioisótopo de yodo que se encuentra en la fisión nuclear, se acumula
rápidamente en la tiroides sustituyendo al yodo beneficioso. Este isótopo de
yodo puede causar cáncer de tiroides e hipertiroidismo. Los desastres nucleares
como Chernóbil, Hiroshima y Fukushima han dado lugar a un incremento de los
casos de cáncer de
tiroides.
5. Las
mujeres están en mayor riesgo
Investigaciones
realizadas en áreas próximas a la central de Fukushima sobre el impacto de la
radiación en la salud de hombres y mujeres, demostraron que las mujeres son más
sensibles a los efectos de la radiación y las mujeres embarazadas son quienes
muestran un mayor riesgo de susceptibilidad.
6. Problemas
en el embarazo
Las mujeres
embarazadas tienen mayor riesgo de desarrollar problemas relacionados con la
deficiencia de yodo al ser expuestas al yodo-131, un problema que puede
provocar aborto involuntario, muerte fetal, entre otras complicaciones. A
medida que pasan los años después del desastre de Fukushima, las autoridades
japonesas ignoran los posibles efectos que la radiación tendrá en las mujeres
embarazadas y sus hijos.
7. Trastornos
de la tiroides y los recién nacidos
A pesar de la
multitud de efectos para la salud del feto en desarrollo, la investigación ha
puesto al descubierto graves problemas derivados de la radiación en la glándula
tiroides de los niños recién nacidos. Entre marzo y junio del 2011, los problemas de
tiroides se dispararon un 28% en los bebés que nacieron en
localidades estadounidenses costeras del Pacífico.
8. Cáncer de
tiroides en niños
Hasta la
fecha y tras la catástrofe de Fukushima, 44 menores japoneses que viven cerca
de la planta nuclear han desarrollado cáncer
de tiroides, un incremento significativo en comparación con los casos de cáncer
antes del accidente.
Fuente: RT