Podría haber una antigua
Tierra en el interior de La Tierra, dicen los científicos de Harvard
Hace 4500 millones de años
Ia Tierra se chocó con otro planeta de tamaño parecido a Marte. Científicos de
Ia Universidad de Harvard aseguran que en esa colisión no se fundió todo y que
aún quedan, en el manto, restos del planeta original.
Según una conferencia que
tuvo lugar durante el congreso científico de Goldschmidt, en California. Un
nivel isotópico no explicado en Ias profundidades de Ia Tierra puede ser una
señal de material anterior al choque de nuestro planeta con otro cuerpo
planetario.
Dicen que hace más de 4500
millones de años un planeta, del tamaño de Marte que ha sido llamado Tehia,
chocó con Ia Tierra. El impacto. generó tanta energía y tanto calor que, además
de generar Ia Luna, dio lugar a nuestro planeta tras un proceso de fusión de
ambos cuerpos. Esto es lo que se pensaba hasta ahora, porque un equipo de científicos
de Ia Universidad de Harvard creen que han identificado una señal que indica
que sólo una parte de Ia tierra se derritió, y que una parte antigua todavía
existe dentro del manto de Ia Tierra. Parece que los científicos han captado el
eco de esos compuestos de Ia Tierra Antigua.
El científico que ha
liderado el estudio, el profesor Sujoy Mukhopadhyay, dice que la energía
liberada por el impacto entre Ia Tierra y Theia habría sido enorme, sin duda lo
suficiente para fundir todo el planeta. pero creemos que Ia energía del impacto
no se distribuyó de manera uniforme a lo largo de Ia antigua Tierra. Esto
supone que a una parte importante del hemisferio en que impactó probablemente
habría sido completamente vaporizada, pero el hemisferio opuesto quedó
protegida en parte. y no fue objeto de fusión completar, aclara el experto.
Para llevar a cabo Ia
investigación, los científicos han analizado Ias proporciones de isótopos de
gases nobles de Ias profundidades del manto terrestre y ha comparado estos
resultados con niveles de isótopos más cercanos a Ia superficie. Para los
científicos esto quiere decir que el último impacto gigante no mezcló
completamente el manto y no había un océano global de magma’. Los
investigadores afirman que “que estas diferencias necesitan ser explicadas”.