Es frecuente que la mujer las maltrate
al no retirarles el rímel al final del día o realizándose tratamientos
agresivos. Algunas pautas para mantenerlas siempre bien.
El promedio aproximado es de 100 y 150 pestañas en el
párpado superior, más curvas que las del inferior y ordenadas en dos o tres
filas. La doctora María Lapadula, dermatóloga de Cemic, explica que en este
caso, los números son relativos, ya que hay quienes tienen menos o más
pestañas, y quizás más largas y oscuras, “por una cuestión genética”.
Este vello que crece al borde de los párpados tiene
como función proteger el ojo de polvo, partículas extrañas y luz excesiva,
aunque desde hace mucho es un importantes signo de belleza.
Como sucede con el cuerpo, el proceso de
envejecimiento también las afecta y genera disminución en su número y calidad.
“A diferencia de lo que ocurre con el cuero cabelludo, cuya fase de crecimiento
dura varios años, en las pestañas ese proceso toma de uno a dos meses, a una
tasa de 0.15 mm promedio por día”, detalla la doctora Eugenia Cappetta, de
Buenos Aires Skin.
Su ciclo vital tiene tres períodos. El primero es la
fase anágena, cuando crecen aproximadamente 10 mm en un lapso de cuatro a ocho
semanas. Le sigue la etapa catágena, donde el folículo piloso (saco que
contiene el pelo), se contrae y la pestaña deja de crecer. Por último, se
encuentra la etapa telógena, cuando quedan en reposo hasta que caen, según
detalla la doctora Alicia Cannavó, de la Sociedad Argentina de Dermatologóia.
“Al ser pelos, tienen un ciclo, cada una dura
alrededor de 90 días, se cae y vuelve a crecer otra. De esta forma, se mantiene
una cantidad constante a lo largo de la vida. A pesar de esto, a medida que
pasan los años, la tasa de crecimiento de las células del organismo disminuye y
algunas ya no crecen; lo mismo sucede con los folículos de las pestañas:
envejecen, se achican y se van muriendo. Eso sí, ellas nunca pierden su
pigmentación”, agrega Lapadula
Su ciclo vital tiene tres períodos: crecen, dejan de
hacerlo y quedan en reposo hasta que caen. “Al ser pelos, tienen un ciclo; cada
una dura alrededor de 90 días, se cae y vuelve a crecer otra. De esta forma, se
mantiene una cantidad constante a lo largo de la vida”, dice Lapadula.
Particularidades
“Las pestañas también son afectadas por el
envejecimiento y por enfermedades sistémicas. Entre las más frecuentes, está la
blefaritis crónica (inflamación en los párpados) y la alopecia areata (pérdida del
pelo)”, explica la doctora Cappetta. También existen infecciones, enfermedades
congénitas (que se manifiestan a partir del nacimiento), uso de fármacos y
déficits nutricionales que las afectan.
“En el folículo piloso, las pestañas presentan unas
glándulas que si se inflaman provocan lo que popularmente se conoce como
orzuelo”, agrega la doctora Alicia Cannavó, de la Sociedad Argentina de
Dermatología. En tanto, Lapadula aconseja que si se nota una disminución súbita
en la cantidad de pestañas o síntomas como picazón y, es conveniente consultar
a un dermatólogo o a un oftalmólogo. Agrega que la inflamación de los párpados
o blefartitis, si no se trata, puede provocar su pérdida.
Cuidados
Para mantenerse saludables, las pestañas requieren de
un cuidado especial, más que nada en las mujeres ya que por el uso de
maquillaje tienden a descuidarlas.
“Es fundamental quitar todo el rímel al final del día,
ya que las endurece y puede hacer que se partan o dañen, en especial los que
son a prueba de agua”, advierte Lapadula.
A esos fines, se recomiendan los demaquillantes de
ojos con aceites humectantes, que ayudan a nutrirlas. Cannavó también
recomienda una buena higiene luego del maquillaje para mantener una piel
hidratada, y evitar los aceites de ricino u almendras, ya que no son indicados
por los médicos, nunca se probó su eficacia e irritan los ojos.
“Hay que elegir cosméticos oculares que eviten
ingredientes irritantes o sensibilizantes, así se minimiza el riesgo de
afecciones cutáneas inflamatorias”, señala. Con respecto a los arqueadores de
pestañas, hay que tener sumo cuidado al rizarlas para no traumatizarlas. Los
rizadores térmicos dañan la fibra. Y las pestañas artificiales no son
recomendadas; si se las elige, debe tenerse especial cautela al colorarlas,
porque adhesivos y removedores pueden causar alergias.
Otro procedimiento frecuente es la permanente de
pestañas, desaconsejada por los químicos agresivos que se utilizan.
“Actualmente, existen productos útiles para el
cuidado y desarrollo de las pestañas, como Latisse, el tratamiento para
la hipotricosis con bimatoprost (utilizado para el glaucoma), que alarga
y aumenta el número y grosor de las pestañas. Es muy efectivo, siempre y cuando
sea recetado por un médico, ya que puede producir algunos efectos no deseados y
posee contraindicaciones”, advierte Lapadula.
“El objetivo del tratamiento es aprovechar el máximo
potencial de las propias pestañas, sin necesidad de maquillaje ni de postizos.
Su logro es alcanzar resultados naturales consiguiendo los atributos de las
pestañas perfectas y jóvenes”, comenta la doctora Valeria López, médica
esteticista.
Los resultados se observan en alrededor
de 8 semanas, logrando su máximo efecto entre las 12 y 16 semanas de uso. “La
dosis recomendada para el tratamiento es una gota todas las noches, por ojo, en
el margen libre del párpado superior, donde comienza el crecimiento de las
pestañas. Debe realizarse únicamente con los aplicadores estériles que
acompañan el producto, lo que garantiza su seguridad. Es un producto auto
aplicable y de uso domiciliario, que no debe ser usado durante el período de
embarazo y lactancia”, finaliza López.