viernes, 4 de julio de 2014

Pestañas saludables Zona sensible

Es frecuente que la mujer las maltrate al no retirarles el rímel al final del día o realizándose tratamientos agresivos. Algunas pautas para mantenerlas siempre bien.

El promedio aproximado es de 100 y 150 pestañas en el párpado superior, más curvas que las del inferior y ordenadas en dos o tres filas. La doctora María Lapadula, dermatóloga de Cemic, explica que en este caso, los números son relativos,  ya que hay quienes tienen menos o más pestañas, y quizás más largas y oscuras, “por una cuestión genética”. 
Este vello que crece al borde de los párpados tiene como función proteger el ojo de polvo, partículas extrañas y luz excesiva, aunque desde hace mucho es un importantes signo de belleza.
Como sucede con el cuerpo, el proceso de envejecimiento también las afecta y genera disminución en su número y calidad. “A diferencia de lo que ocurre con el cuero cabelludo, cuya fase de crecimiento dura varios años, en las pestañas ese proceso toma de uno a dos meses, a una tasa de 0.15 mm promedio por día”, detalla la doctora Eugenia Cappetta, de Buenos Aires Skin.
Su ciclo vital tiene tres períodos. El primero es la fase anágena, cuando crecen aproximadamente 10 mm en un lapso de cuatro a ocho semanas. Le sigue la etapa catágena, donde el folículo piloso (saco que contiene el pelo), se contrae y la pestaña deja de crecer. Por último, se encuentra la etapa telógena, cuando quedan en reposo hasta que caen, según detalla la doctora Alicia Cannavó, de la Sociedad Argentina de Dermatologóia.
“Al ser pelos, tienen un ciclo, cada una dura alrededor de 90 días, se cae y vuelve a crecer otra. De esta forma, se mantiene una cantidad constante a lo largo de la vida. A pesar de esto, a medida que pasan los años, la tasa de crecimiento de las células del organismo disminuye y algunas ya no crecen; lo mismo sucede con los folículos de las pestañas: envejecen, se achican y se van muriendo. Eso sí, ellas nunca pierden su pigmentación”, agrega Lapadula
Su ciclo vital tiene tres períodos: crecen, dejan de hacerlo y quedan en reposo hasta que caen. “Al ser pelos, tienen un ciclo; cada una dura alrededor de 90 días, se cae y vuelve a crecer otra. De esta forma, se mantiene una cantidad constante a lo largo de la vida”, dice Lapadula. 
Particularidades
“Las pestañas también son afectadas por el envejecimiento y por enfermedades sistémicas. Entre las más frecuentes, está la blefaritis crónica (inflamación en los párpados) y la alopecia areata (pérdida del pelo)”, explica la doctora Cappetta. También existen infecciones, enfermedades congénitas (que se manifiestan a partir del nacimiento), uso de fármacos y déficits nutricionales que las afectan. 
“En el folículo piloso, las pestañas presentan unas glándulas que si se inflaman provocan lo que popularmente se conoce como orzuelo”, agrega la doctora Alicia Cannavó, de la Sociedad Argentina de Dermatología. En tanto, Lapadula aconseja que si se nota una disminución súbita en la cantidad de pestañas o síntomas como picazón y, es conveniente consultar a un dermatólogo o a un oftalmólogo. Agrega que la inflamación de los párpados o blefartitis, si no se trata, puede provocar su pérdida.
Cuidados
Para mantenerse saludables, las pestañas requieren de un cuidado especial, más que nada en las mujeres ya que por el uso de maquillaje tienden a descuidarlas. 
“Es fundamental quitar todo el rímel al final del día, ya que las endurece y puede hacer que se partan o dañen, en especial los que son a prueba de agua”, advierte Lapadula.
A esos fines, se recomiendan los demaquillantes de ojos con aceites humectantes, que ayudan a nutrirlas. Cannavó también recomienda una buena higiene luego del maquillaje para mantener una piel hidratada, y evitar los aceites de ricino u almendras, ya que no son indicados por los médicos, nunca se probó su eficacia e irritan los ojos. 
“Hay que elegir cosméticos oculares que eviten ingredientes irritantes o sensibilizantes, así se minimiza el riesgo de afecciones cutáneas inflamatorias”, señala. Con respecto a los arqueadores de pestañas, hay que tener sumo cuidado al rizarlas para no traumatizarlas. Los rizadores térmicos dañan la fibra. Y las pestañas artificiales no son recomendadas; si se las elige, debe tenerse especial cautela al colorarlas, porque adhesivos y removedores pueden causar alergias. 
Otro procedimiento frecuente es la permanente de pestañas, desaconsejada por los químicos agresivos que se utilizan.
 “Actualmente, existen productos útiles para el cuidado y desarrollo de  las pestañas, como Latisse, el tratamiento para la hipotricosis con bimatoprost  (utilizado para el glaucoma), que alarga y aumenta el número y grosor de las pestañas. Es muy efectivo, siempre y cuando sea recetado por un médico, ya que puede producir algunos efectos no deseados y posee contraindicaciones”, advierte Lapadula.
“El objetivo del tratamiento es aprovechar el máximo potencial de las propias pestañas, sin necesidad de maquillaje ni de postizos. Su logro es alcanzar resultados naturales consiguiendo los atributos de las pestañas perfectas y jóvenes”, comenta la doctora Valeria López, médica esteticista. 
Los resultados se observan en alrededor de 8 semanas, logrando su máximo efecto entre las 12 y 16 semanas de uso. “La dosis recomendada para el tratamiento es una gota todas las noches, por ojo, en el margen libre del párpado superior, donde comienza el crecimiento de las pestañas. Debe realizarse únicamente con los aplicadores estériles que acompañan el producto, lo que garantiza su seguridad. Es un producto auto aplicable y de uso domiciliario, que no debe ser usado durante el período de embarazo y lactancia”, finaliza López.