jueves, 17 de julio de 2014

HIPÉRICO PARA LA PIEL

La palabra hipérico deriva del griego hyper, “sobre”, y eikon, “imagen”. Significa, ni más ni menos, que esta hierba, por sus propiedades, está por encima de todo lo imaginable.

Efectivamente, desde la más remota antigüedad, el hipérico era considerado una hierba mágica. Los egipcios, los griegos y los romanos lo utilizaban para sanar muchísimas de sus dolencias, al igual que los americanos precolombinos. Su fama perduró, intacta, hasta la Edad Media, época en la que muy gráficamente se lo conocía como “tout sain” o “curalotodo”.
Hoy los estudios científicos más rigurosos, lejos de destruir el mito, lo reafirman, ya que se sabe que, además de ser un auxiliar inestimable en casos de depresión, también ayuda a pacientes con sida, cáncer, asma, úlceras e incluso dolores menstruales o picaduras de víboras e insectos.
APLICACIONES CIENTÍFICAS:
Actualmente se han efectuado más de 30 estudios sobre el efecto del hipérico en pacientes depresivos, y en todos ellos los resultados son coincidentes. Por ejemplo, en la Universidad Ludwig Maximilians de Munich, en 1996 se investigó el efecto beneficioso de la hierba sobre 1757 personas.
Gracias a estos estudios se ha comprobado que el hipérico actúa sobre las enzimas MAO y COMT. Las personas deprimidas mejoran entre la 2ª y 4ª semana de tratamiento, sin que se hayan presentado efectos indeseables.
Esto último es digno de subrayar, ya que el hipérico carece de las consecuencias negativas de otros psicofármacos: no es tóxico, no causa somnolencia ni se potencia con el alcohol. Tampoco interfiere con el sueño o con la actividad intelectual. Por el contrario, el hipérico mejora la calidad del sueño aún en personas previamente sanas, normaliza el período en el que soñamos.
Fuera de ser un detalle secundario, es fundamental en el caso de cuadros depresivos la continuación natural de la actividad onírica, ya que los sueños son una elaboración creativa del subconsciente, necesarios para nuestro equilibrio psíquico. Por ese motivo los psicofármacos tradicionales empobrecen la personalidad cuando se toman en forma prolongada, postergan la resolución de los conflictos y de esa forma favorecen las recaídas cuando se deja el medicamento.
También se comprobó que el hipérico mejora la memoria, la concentración, el aprendizaje y el tiempo de respuesta.
DENOMINACIÓN BOTÁNICA:
hypericum perforatum. Se lo llama perforado por sus curiosas hojas que presentan zonas traslúcidas, como si fueran agujeros.
NOMBRES COMUNES:
Hipérico, hipericón, hierba de San Juan, corazoncillo.
En Brasil se lo conoce como hipericâo, mirfurada o erva de Sao Joâo.
COMPOSICIÓN QUÍMICA:
aceites esenciales, resinas, flavonoides (rutina, quercitina, hiperósido), taninos, flobafeno y ródano. El componente más importante es la hipericina, llamada también rojo de hipérico.
LOS MIL USOS DE LA HIERBA “CURALOTODO”
Debido a que el hipérico contiene diez grupos diferentes de sustancias activas no sólo actúa sobre el cerebro sino también en forma integral sobre el resto del organismo. Pasemos a detallar, entonces, todos los beneficios que esta hierba tiene sobre la salud:
Acción antiviral:
Estimula el sistema defensivo. También es activo contra hongos, virus y bacterias.
En EEUU y Japón se ha administrado con buenos resultados a pacientes con sida.
Acción Antitumoral:
Se han registrado buenos resultados en pacientes con cáncer y leucemia.
Sistema Digestivo:
Descongestiona el hígado, calma el ardor del estómago, es útil para gastritis, úlceras y diarreas. También para cálculos en la vesícula.
Sistema Respiratorio:
Se utiliza en casos de asma, bronquitis, fiebres y resfriados.
Tracto Genitourinario:
Es diurético, por esta razón y porque alivia el dolor, se usa para contrarrestar dolores de ciática. También para curar la incontinencia de orina en niños y adolescentes. Alivia las menstruaciones dolorosas.
Sedante y Analgésico:
Útil en caso de jaquecas y distintos tipos de dolores.
Uso externo:
Se aplica con éxito en ulceraciones, llagas, herpes, quemaduras y heridas. Ha demostrado ser útil en cáncer de piel y en manchas de enfermos de sida. También para picaduras y mordeduras de serpientes. Para estos fines se utiliza el aceite de hipérico con una gasa o algodón que se aplica en el sitio afectado. También se puede usar una infusión recargada a razón de dos cucharaditas de té por taza; en compresas o lavativas.
PREPARACIÓN Y USO
En infusión, el hipérico se prepara a razón de una cucharadita de té por taza. Se utilizan las flores y las hojas.
Se deben tomar 3 tazas por día.
El aceite de hipérico se prepara con 100 grs. de flores desecadas, maceradas en un litro de aceite de oliva.
Se tapa y se deja 9 días al aire, al sol y al sereno. También se compra ya preparado en farmacias especializadas o herboristerías.
Advertencia:
Con grandes ingestas, el hipérico aumenta la sensibilidad a la luz solar. Por lo tanto conviene no exponerse al sol directo mientras se esté tomando el medicamento, sobre todo las personas de piel blanca y sensible.
EL ANTIDEPRESIVO DEL SIGLO XXI
Sólo en 1993 se extendieron en Alemania más de 2,7 millones de recetas de extractos de hipérico. Lejos de ser una moda, esta hierba está rompiendo las fronteras entre la medicina convencional y las nuevas propuestas: grandes laboratorios la han incorporado a su lista con diferentes nombres.
El hipérico, por lo tanto, nunca debe faltar en su casa. No vacile en probarlo cuando se presente la ocasión. Comprobará que los antiguos no exageraban en calificarlo como hierba “mágica”.