miércoles, 23 de julio de 2014

La falsa autoestima: una máscara para ocultar que la tenemos baja

  

La falsa autoestima, es como una imagen que nos creamos como protección, para que no nos hagan daño y sobre todo para aparentar que no tenemos problemas de inseguridad. A menudo, las propias personas que se crean la falsa autoestima, no son conscientes de que la tienen baja, ya que con las herramientas que utilizan para esconder la verdad, incluso ellos mismos acaban creyéndose que gozan de gran amor propio.

También de forma consciente, muchos se ponen máscaras que no tienen nada que ver con ellos. Así tapan las debilidades, se sienten a salvo y logran que los demás no se den cuenta de su problema.
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La Belleza:
Muchos piensan que una persona guapa, tiene que tener la autoestima alta y no es así en absoluto. La autoestima no depende de que una persona sea más guapa o más fea. Hay bellezas con baja autoestima y personas con mal físico y alta autoestima. Una persona es mucho más que un físico, es un alma y una personalidad que dirige el cuerpo.

Una persona fea puede valorar muchas otras cosas y no afectarle su fealdad, porque para ella puede ser mucho más importante una buena personalidad que rasgos físicos. ¿Cómo ver si una persona guapa tiene una buena autoestima o es falsa? Se puede ver en su manera de hablar y opinar. Una prueba clara es la de no reconocer su belleza y echar la culpa del buen aspecto al maquillaje y arreglo.

Las personas guapas con la falsa autoestima, tienen la creencia de que si les conocieran de verdad defraudarían. Se sienten como un engaño. Cualquier imperfección que tengan, como granitos, despeinarse, estar sin maquillaje, etc. les creará inseguridad. Por ello, como piensan que su belleza es gracias al arreglo, necesitarán estar siempre muy arregladas, a veces en exceso para aparentar seguridad.

Jamás verás a estas personas desarregladas ni descuidadas porque si lo hicieran perderían su autoconfianza.


Se agarran a la imagen porque dudan de su valía personal. Esto puede ser contraproducente, porque en cuanto el físico se vaya estropeando con la edad, también la seguridad irá decayendo. Sin el físico se quedan en nada, se esfuma su personalidad segura.
Éxitos profesionales:
Nada mejor que un buen puesto de trabajo para refugiarse en él y olvidar que no nos valoramos por lo que somos de  verdad. Las personas de falsa autoestima que se escudan en sus éxitos profesionales, serán las que den su vida por el trabajo, sin apenas tiempo libre, pero no les importará porque sienten que son su trabajo y eso les da una identidad que les aporta seguridad. “soy abogado, soy médico, soy director, soy…” palabras mágicas, con las que se sentirán valorados exteriormente.

Necesitan sentirse “alguien” porque si les quitas su trabajo sienten que no tienen valor. Recordemos que no somos nuestro trabajo. Un buen puesto no debería ir ligado a la identidad, lo importante es quien seas como persona, sin importar a lo que te dedicas. Alguien con una sana autoestima y un buen puesto, no se sentirá superior, disfrutará de su suerte pero sin alardear ni aprovechar su éxito laboral para sentirse “alguien”.

En cambio una persona con falsa autoestima, necesitará presumir mucho de su puesto, incluso podría sentirse superior a otros. El complejo de superioridad esconde debilidad, es como un mecanismo de defensa que la mente pone en marcha para contrarrestar la falta de autoestima. Así las debilidades son enmascaradas y se produce el autoengaño como medida de salvación.
Economía y posesiones:
Igual que con el aspecto laboral, quien tiene una rica economía y muchas posesiones materiales, puede cegarse y unir su identidad a toda la riqueza material. El rasgo de una persona con una autoestima baja de economía alta, sería presumir de sus pertenencias y sobretodo, comprar todo lo necesario para estar a la última moda en todos los sentidos, ya sea en la ropa, en la electrónica, etc… Necesitarán tener lo mejor de lo mejor y lo más novedoso, porque así se sentirán valiosos.

Ese valor no se dan cuenta que proviene de lo que opinen los demás, por eso necesitan exponer lo que tienen y presumir, para recibir reconocimiento de la sociedad. Como en realidad no se valoran, necesitan que los demás sí lo hagan. Así se alimenta la falsa autoestima, agarrándose a cosas exteriores que se pueden perder, como el trabajo, dinero, posesiones, belleza, etc. Las personas de autoestima alta, en la situación de tener una buena economía, no se aferrarán a las modas.

No les importará llevar un móvil que no está a la última, tampoco necesitarán vestir de marcas caras como hábito, ni tener un coche lujoso, etc… No precisan ni presumir ni destacar, disfrutarán de lo que poseen, con humildad y sin sentirse superiores a nadie. Como gozan de una buena autoestima, no les importará lo que opinen los demás, no necesitan alardear de nada ni enseñar sus pertenencias.

No buscan el reconocimiento de nadie, lo poseen ellos mismos en su interior.
Narcisismo:
Otra manera de ocultar inseguridades, sería la de ponerse una careta de narcisismo. Estas personas piensan que hinchando el ego y sintiéndose los mejores, solucionarán su problema.

No lo hacen conscientemente, al no sentirse valiosos necesitan crearse una identidad falsa para sentirse bien en sociedad. Dan esa imagen de creerse los mejores pero en realidad por dentro no se sienten a gusto con ellos mismos. Pueden llegar a ser crueles, porque una persona que no se ama a sí misma, que no cree en su persona, tratará de atacar a las debilidades de los demás, para así situarse en una posición de poder, desde donde nadie podrá darse cuenta de su problema de autoestima.
Inestabilidad amorosa y éxito en ligues:
Las personas inseguras le temen al compromiso. Algunas lo que hacen es buscar a una especie de pareja líder y segura de sí misma para entregarse y dejar que les lleven. Otras para esconder el miedo al compromiso, tratan de ligar de una manera pasajera. Intentan ser ellos quienes dejen a la persona, para así sentir que son rompecorazones de éxito. Le temen a estar mucho tiempo con la misma persona, por miedo a enamorarse o a que les dejen.

Suelen alardear de ligar mucho, pero en realidad son inseguros e incapaces de tener una pareja estable.
RASGOS LIGADOS A LA FALSA AUTOESTIMA

Sentimiento de superioridad, envidias, crueldad con los demás, ya que si quieres ver cómo una persona se trata a sí misma, sólo tienes que observarla y ver cómo trata a los demás. Otros síntomas serían: La prepotencia, orgullo, criticones, no ser capaz de reconocer si se ha cometido un error y mucho menos de pedir perdón.

Las personas que hablan en exceso poniendo mucho énfasis en ser el centro de atención, al tener una autoestima baja, necesitan “lucirse” y fanfarronear sobre su vida, hacer promesas y montarse proyectos a lo grande que no verán la luz. Este tipo de personas que mienten mucho presumiendo, lo hacen porque dentro de sí mismos no hay aceptación ni se sienten valiosos, entonces alardeando se sienten bien, es como si por un momento fueran los protagonistas de una fantasía que les pone en muy buen lugar.

Cuando se cometen errores también se puede ver muy bien como está la autoestima. Quienes sean capaces de reconocer un error cometido y no se culpan por lo sucedido, porque no sienten que ellos sean el problema, sino que han sido las estrategias las que han fallado, tendrán una buena autoestima. Además no se quedarán lamentándose sino que buscarán otra manera de conseguir su objetivo.

Cuanto  más nos despojamos de posesiones y apegos, es cuando más nos acercamos a nuestro “yo”. Las personas de autoestima baja tardan mucho más en superar las adversidades de la vida, incluso puede que no se recuperen y vayan arrastrando enfermedades psicosomáticas como una manera de vivir. Por eso es tan importante mantener una autoestima saludable, porque es la base de toda nuestra vida emocional. Condiciona por completo la vida