viernes, 18 de julio de 2014

Todo sobre los dientes de tu gato: problemas, cuidados y más


Todo sobre los dientes de tu gato: problemas, cuidados y más

Los gatitos nacen sin dientes, pero en el momento en que dejan de mamar la leche de su madre, éstos se convierten en una de sus armas esenciales para su supervivencia. Los gatos domésticos, con su acomodado nivel de vida, no necesitan tener todos los dientes para vivir, pero su limpieza y mantenimiento es uno de los aspectos de su cuidado más olvidados para los dueños de gatos.

Los gatos tienen, en total, 30 piezas dentales, distribuidas en las mandíbulas como se observa en el dibujo:
- Mandíbula superior:  (maxilar) 6 incisivos superiores (3 a la izquierda y 3 a la derecha), 2 caninos superiores, uno a cada lado, 6 premolares superiores (3 derecha, 3 izquierda) y dos molares (1 izquierda, 1 derecha).
- Mandíbula inferior (mandíbula)  6 incisivos inferiores (3 a la izquierda y 3 a la derecha), 2 caninos inferiores, uno a cada lado, 4 premolares inferiores (2 derecha, 2 izquierda) y dos molares (1 izquierda, 1 derecha).
  


Los incisivos son los encargados de desgarrar, raspar e incluso desenredar el pelo. Los incisivos del centro de denominan "pinzas", los de hallado se llaman "medios" y los más laterales, "laterales".

Los caninos son colmillos cónicos, puntiagudos y algo curvados, necesarios para penetrar en sus presas y proferir heridas que matan. También sirven para desgarrar.


Los premolares y los molares se usan para separar la carne de los huesos. Contrariamente a lo que mucha gente piensa, los felinos NO mastican y no usan los molares como nosotros (machacando). Las muelas de los felinos actúan como una tijera: el arco maxilar superior es más largo que el inferior, así que cuando la boca está cerrada, los molares no se contraponen, sino que los inferiores solo rozan la pared interna de los superiores, desgarrando la carne. Es decir, los humanos cortamos con los incisivos, pero los gatos lo hacen con los molares. Observa como come tu gato y te darás cuenta de que suelen hacer este movimiento con la cabeza "de lado" porque así es como favorecen todo este proceso, ayudándose con su rasposa lengua.

Como hemos dicho, los gatitos nacen sin dientes, y sus dientes de leche (que son 26, no tienen molares) aparecen a los 15 días de vida, más o menos. Hacia la octava semana, los tienen todos, y es  a los tres meses cuando empiezan a mudarlos y a aparecer la dentición completa, que suele acabar entre el sexto y décimo mes de vida. Como la aparición de los dientes definitivos sigue un patrón, si nos encontramos un gatito en la calle podemos aproximar su edad según los dientes que tenga:

-2-4 semanas: comienzan a salir los incisivos temporales al gatito
- 3-4 semanas: empiezan a salir los caninos temporales
- 4-6 semanas: comienzan a salir los premolares inferiores temporales
- 8 semanas: el gatito tiene toda su dentición de leche
- 3 meses- 4 meses: comienzan a salir los incisivos permanentes
- 4-5 meses: comienzan a salir los caninos, premolares y molares definitivos
- 5-7 meses presencia de todos los dientes permanentes

Cuando ha cumplido un año, tu gato tiene sus deslumbrantes dientes nuevos casi impolutos, blancos y relucientes. Es el momento, si no has empezado ya, de mantenerlos así.

En la naturaleza, el proceso de desgarramiento de la carne en sus presas provoca fricción suficiente para mantener limpios los dientes de los gatos, al menos durante la vida que duran estos felinos en libertad. Sin embargo, nuestros gatos caseros rara vez tienen la oportunidad de desgarrar una presa o mordisquear un hueso, son alimentados con pienso o latas, que ejercen ninguna fricción en los dientes del gato ni ejercitan sus músculos de la mandíbula. En un estudio en EEUU, de 1500 gatos un 24% tenía problemas de sarro y un 13% gingivitis.

Esto NO ocurre

Si, has oído bien, el pienso no ejerce, por si mismo, ninguna función en la limpieza de los dientes. Posiblemente hayas escuchado con mucha frecuencia que hay que dar de comer a los gatos pienso, porque "limpia" los dientes, ya que al ser duro, el gato al masticar se limpia. Bien, para empezar, ya has visto que el movimiento que hacen los gatos NO es de masticación, sino de tijera, y por tanto las bolitas de pienso jamás serán masticadas ni desgarradas (dado su tamaño) ejerciendo nulo efecto. Además, como habrás observado, muchos gatos ni intentan mover la mandíbula, engullendo el pienso directamente entero. Tercero, durante los últimos años, en una época en que todos los veterinarios aconsejaban pienso como base estricta de la dieta (con apenas una lata a modo de "premio"), los problemas bucodentales eran prácticamente los mismos (de hecho hay gente que afirma que han aumentado). Y por último, si tú te comes unos torreznos de cerdo, crujientes y tostaditos...¿sientes tus dientes más limpios después?. Lo dudo mucho.

Otra cosa bien distinta es que el pienso lleve algún principio activo que ayude a luchar contra el sarro (caso de algunos piensos veterinarios) o que la comida húmeda de lata pueda, por su textura húmeda, pegarse más a los dientes. Pero el pienso, por si mismo, NO es un método para limpiar los dientes de tu gato.

La mayoría de veterinarios recomienda que el método más efectivo para mantener la salud bucodental de tu gato sea... cepillarle los dientes.

No, no es una broma. A los gatos se les PUEDE cepillar los dientes. Y de hecho cuanto antes lo acostumbres a ello, mejor (cuando es un cachorro con dientes de leche). Los gatos adultos, no acostumbrados, necesitarán un tiempo de adaptación para acostumbrarse.




La placa bacteriana se crea, al menos en parte, por trocitos de comida que se acumulan en el diente, que es aprovechada por las bacterias de la boca. Las bacterias son capaces de colonizar el diente en 6-8 horas, y al morir, se calcifican en unos 3-5 días para formar la placa. Encima de esta primera placa pueden formarse más, creando al final un mejunje que sólo se puede quitar con una limpieza profesional.
La placa bacteriana se va cumulando para formar estadios de distinta gravedad.

Para empezar debes hacerte con una pasta dentífrica especial para mascotas. No sirve la de humanos, demasiado alta en flúor y que, puede ser tóxica para tu animal. La pasta dentífrica para mascotas no se escupe, se traga, y tiene un sabor que no resulta repelente para los animales. Existen varios métodos para su utilización, pero el primer paso consistiría en dársela a probar a los gatos, para que se acostumbren a su sabor, durante unos días, sin cepillar. Solo para que noten que no es nada malo.

Pasta y cepillos para mascotas

A continuación debes hacerte con algo para cepillar con la pasta. Existen cepillos de dientes para mascotas, aunque la mayoría adaptados a perros y demasiado grandes y aparatosos. Busca un cepillo pequeño, para perros mini, adaptado a gatos, o como mucho, uno para bebés humanos. Cuanto más pequeño, mejor. Otra solución es usar "dedales": son trocitos de tela gruesa para poner en el dedo con los que puedes friccionar los dientes. Algunos dedales no necesitan pasta, ya que son de un material especial. Por último, si no encuentras nada, puedes usar una tela vieja o un disco de algodón para frotar.

Debes acostumbrar, primero, a tocar los dientes de tu gato sin más que tus dedos y a colocar al gato en una postura cómoda para ambos. Durante varios días, prueba a toquetear un poco la boca del gato, con suavidad y cada vez un poquito más, en una posición que sea fácil de manejar para ti y que no cause mucho estrés al gato. Usa una voz dulce, acaricia al gato y prémialo después. Si el gato es cachorro, este paso será mucho más sencillo. Después de un tiempo, comienza a toquetear con el cepillo, dedal o algodón. Una vez que el gato se sienta más seguro, prueba a poner un poco de pasta y a frotar firme pero con cuidado el diente del gato, con movimientos desde la mandíbula hacia afuera (para "sacar" la porquería de la línea que une el diente con la mandíbula).

Idealmente, este proceso debería hacerse todos los días. Sin embargo, con un par de veces o tres por semana, los dientes de tu gato de mantendrán aceptablemente limpios. No lo dejes a la primera de cambio, a tu gato no le va a gustar que le cepilles los dientes, pero debes intentarlo.


No le gustará pero.. es necesario!!

Como complemento al cepillado, existen otros métodos. Pero recuerda, el cepillado es el método más efectivo, y ningún otro es sustitutivo de él (salvo que alimentes a tu gato con comida cruda entera, donde pueda desgarrar la carne del hueso como hacen en la naturaleza).

Si tienes la suerte de que a tu gato le guste hacer uso de su mandíbula, existen algunos complementos alimenticios en el mercado para favorecer la limpieza dental. Algunas chucherías tienen formas o tamaños que inducen a la fricción, además de tener algún componente que favorece la limpieza (fibras vegetales, principios activos que "deshacen" la placa...). Otras chucherías son similares a las que se dan a perros, y son como trozos de carne "seca", de textura irregular que inducen al gato a mordisquear, promoviendo la limpieza.
Algunos juguetes para gatos también se diseñan para que el gato los muerda. Yo tuve uno de esos y mis gatos ni lo miraron.


Yo uso estas barritas de canguro para mi gato, al que le gusta morder
Además de los complementos, existen otros preparados para apoyar la limpieza de los dientes. "Plaque off" es un producto disponible en versión humana y animal, producido a partir de algas. Estudios indican que su uso, espolvoreado en la comida, produce que la placa se vuelva porosa, impide la fijación al diente y sea más fácilmente quitada con el cepillado, con resultados visibles en 5-8 semanas de uso.


                Plaque off
Otros productos, como Aquadent, son líquidos para el agua de bebida, y que contienen antisépticos y quelantes de calcio (atrapan el calcio impidiendo la calcificación de la placa) que evitan la formación de sarro. También existe en formato spray, para pulverizar en los dientes. Estos productos no deben usarse en gatitos en crecimiento, pues los quelantes pueden afectar al crecimiento (aunque con la cantidad utilizada, no deben hacerlo de forma dramática). Además muchos animales notan su sabor y rechazan el agua, o "babean" cuando se les pulveriza el spray.



Aquadent

Por último, ya hemos comentado que algunos piensos incluyen componentes, como los quelantes de calcio, que facilitan que la placa no se pegue al diente, y se usan en gatos propensos a problemas dentales (algunos gatos tienen propensión a ello, además de algunas razas como los Orientales, Siameses...). Otras personas, que prefieren el uso de técnicas más naturales, prefieren incluir en la dieta de sus felinos piezas de huesos carnosos (siempre crudos, los huesos cocinados son muy peligrosos) para ejercitar los músculos y facilitar la limpieza de los dientes.


Como detectar si mi gato ya tiene un problema dental 
Si tu gato ya es adulto, puedes hacer unas sencillas pruebas para comprobar su estado de salud bucal.

- Aliento: el aliento de tu gato no olerá a rosas, pero no debe ser el aliento de un troll de Mordor, tampoco. Un olor nauseabundo es indicativo de un problema dental o estomacal.

- Abre ligeramente la boca de tu gato para observar sus encías. Deben presentar un aspecto sonrosado, no blanco ni rojo, pon especial interés en la línea que une al diente. Presiona la encía ligeramente y observa su firmeza.

- Fíjate en los dientes: no debe haber líneas oscuras en ellos, pus, retraimiento de la encía, ulceraciones o roturas.
Imágenes de diversos problemas: 1) Normal, 2) Sarro con enfermedad periodontal temprana, 3) Enfermedad periodontal con infección, 4) Enfermedad periodontal con infección y regresión de la encía, 5) Enfermedad avanzada con abcesos

- Observa el comportamiento del gato: si se toca en exceso la boca con las patas, si ha dejado de comer o ha adelgazado, si se muestra agresivo de modo repentino...

Ante cualquiera de los síntomas de un problema dental, se debe acudir al veterinario para un chequeo. Y no está de más un chequeo anual para controlar que todo va bien.

Problemas dentales más comunes en gatos


                         Gingivitis

- La gingivitis: es la inflamación de las encías, muy común en gatos senior. Comienza con una línea oscura  a lo largo del borde del diente. La encía se retrae, se producen ulceraciones y dolor. Puede ocurrir debido a una infección bacteriana o al virus FIV.
- Periodontitis: si la gingivitis invade el diente, la raíz se ve afectada, el diente pierde firmeza y puede caer. Se forman dolorosos obsesos. Es una de las enfermedades dentales más prevalentes, afectando a aproximadamente un 85% de gatos con más de 6 años. Si no se trata, extraer el diente puede ser la única opción.



           Estomatitis severa
- Estomatitis: Un cuerpo extraño en la boca, un virus o poca higiene puede ocasionar una inflamación generalizada en la boca o sus alrededores, comenzando por las raíces de los dientes (una especie de "rechazo" de la encía hacia el diente). La boca se verá roja y habrá dificultad para comer. Aunque es más rara, los gatos con defectos nutricionales, afectados de virus o con problemas hormonales son más propensos. Algunos esteroides y antibióticos pueden ayudar, pero hay veces en que la extracción de todos los dientes es el único remedio.
- Úlceras en el labio, boca...: pueden ser de origen tumoral, y van ensanchándose poco a poco. También pueden tener un origen viral o problemas renales o metabólicos.
- Problemas en las glándulas salivares: pueden atascarse o infectarse, produciéndose quistes.
- Fracturas dentales: fruto de las burradas de tu gato o accidentes. Fuente de infecciones, nunca deben pasarse por alto.

El veterinario, aliado importante

Como hemos comentado, el chequeo anual para gatos sanos es imprescindible. Si en la consulta a tu gato le es detectado algún problema bucal leve, como sarro o placa en un estadio temprano, te recomendarán seguir algún protocolo de limpieza en casa (cepillado, pienso veterinario, aquadent, plaque off o similares...).



En el caso en que la placa sea más severa, tocará una limpieza profesional. Esto incluye una anestesia general, que supone un tostón para ti y para tu gato, amén de la factura veterinaria. Si es necesaria la extracción de alguna pieza, se aprovecha este momento. Es recomendable buscar un profesional veterinario acostumbrado a este tipo de intervenciones, para realizarlas de la manera más rápida y menos invasiva posible. Extraer cualquier pequeño pedacito de raíz dental es muy importante y requiere ser meticuloso, puesto que dejarla en la encía puede ocasionar problemas.

Es posible que para un mejor análisis se requieran pruebas extra, como rayos X para observar las raíces del diente, o si hay sospecha de algún problema de fondo (hormonal, nutricional, viral...) pruebas adicionales.


Así que ya sabes, igual que para humanos... la prevención es lo más importante.