Cuando tienes que convivir con el dolor en tu cuerpo con cada
movimiento que realizas, cada mañana al levantarte de la cama estás más cansado
que la noche anterior porque no has podido dormir, tienes migrañas, espasmos
musculares y el médico no puede darte explicaciones porque no encuentra ningún
rastro de enfermedad, tras realizarte una batería de pruebas la desesperación
se hace presente.
La fibromialgia es una enfermedad crónica que se caracteriza por
dolor musculo-esquelético generalizado, con una exagerada hipersensibilidad en
múltiples puntos predefinidos o tender points, sin embargo el paciente no
muestra alteraciones orgánicas demostrables mediante los sistemas de
diagnósticos habituales. La fibromialgia se relaciona con una gran variedad de
síntomas, entre los que destacan la fatiga persistente, problemas de sueño, la
rigidez corporal generalizada y los síntomas ansiedad y depresión.
La naturaleza y existencia de esta enfermedad se identificó en
1904 y se ha ido revisando desde entonces. La fibromialgia está considerada
como enfermedad por la Organización Mundial de la Salud (OMS) desde 1992 y, si
bien la descripción exhaustiva de la enfermedad (definición nosológica) y su
consideración en el ámbito médico está plagado de controversias, los resultados
de las últimas investigaciones indican que su origen es neurológico, y que el
dolor resultaría de desequilibrios neuroquímicos a nivel del sistema nervioso
central que generan alodinia e hiperalgesia generalizadas.
La fibromialgia afecta a entre un 2% y un 5% de la población
general, y afecta a las mujeres 10 veces más que los hombres. En España afecta
a un 2,4% de la población. Es más frecuente entre los 20 y los 50 años de edad,
aunque también existen casos de niños y ancianos aquejados de fibromialgia.
Se relaciona con trastornos del sistema nervioso central y
periférico, alteración en los neurotransmisores y hormonas, alteraciones en el sueño,
factores genéticos, alteraciones en el sistema inmunológico, alteraciones
psiquiátricas, estrés físico o mental y alteración en los tejidos periféricos.
En algunos casos se relaciona el inicio de la patología con enfermedades
reumatológicas, infecciones, traumas físicos, exposición a sustancias químicas
y a vacunas.
La principal causa de la fibromialgia es la sensibilización del
sistema nervioso central y se define como una respuesta dolorosa aumentada a la
estimulación en el sistema nervioso central.
Existen enfermedades que pueden compartir manifestaciones
clínicas con la fibromialgia, por ejemplo el Lupus eritematoso sistémico,
Artritis reumatoide, Espondiloartropatías, Esclerosis múltiple, Hipotiroidismo,
Neuropatías periféricas, Alteraciones estructurales mecánicas o degenerativas
del raquis, Miopatía (metabólica o inflamatoria), Polimialgia reumática,
trastorno depresivo mayor.
Esta sensibilización central consiste en una mayor excitabilidad
de la vía sensitiva y dolorosa a partir de la segunda neurona lo que produce
una modulación endógena deficiente del dolor junto con un trastorno en los
mecanismos de inhibición del dolor a nivel de la médula espinal. La plasticidad
neural en los pacientes con fibromialgia es modificada a largo plazo con lo que
el estímulo doloroso repetido o un estímulo normalmente no doloroso lo percibe
con mayor intensidad al compararlo con personas sanas.
También se ha probado la respuesta al calor, al frío, a la
electricidad, mediante pruebas sensoriales cuantitativas (QST) y los pacientes
con fibromialgia son hipersensibles al calor, al frío, a la electricidad
cutánea, a la electricidad intramuscular, al estímulo eléctrico del nervio
sural, a la isquemia, y a la solución hipertónica salina intramuscular.
Entre 90%-100%
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Entre 70%-90 %
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Entre 50%-70%
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Entre 15%-50%
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El 15%
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Dolor generalizado corporal
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Malestar después de realizar ejercicio
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Diarreas o Síndrome de Intestino Irritable
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Síndrome de Pies inquietos
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Depresión
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Fatiga y rigidez muscular
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Problemas para dormir
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Visión borrosa
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Espasmos musculares
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Pesadez de extremidades
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Dolores de cabeza tipo migraña o tensional
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Labilidad emocional
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Problemas de audición
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Dolor muscular
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Dolores al tacto en puntos específicos del cuerpo
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Palpitaciones
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Picazón de piel
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Edema de pies con adormecimiento u hormigueo
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Extremidades frías
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Cistitis
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Dificultad para concentrarse
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Alergias
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Sudoración nocturna
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Mareos relacionados con ciertas posiciones
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Disminución de la
visión nocturna
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Hipersensibilidad al estrés
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Dismenorreas
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Pero, si es una enfermedad que no muestra alteraciones
orgánicas, ¿Cómo se diagnostica?
El principal elemento diagnóstico de la fibromialgia es el dolor
musculo-esquelético difuso y generalizado o rigidez que afecta al menos 3
localizaciones anatómicas (tabla 1) durante más de 3 meses, sin lo cual no es
posible realizar el diagnóstico del trastorno. Para ello el médico realiza
presión aproximada de unos 4kg (es el límite de fuerza a partir del cual es
normal sentir dolor) en los 18 puntos que desencadenan un característico
“salto”, por parte del paciente, de huida o defensa llamada jump sign. Para que
el diagnostico sea positivo al menos 11 de los 18 puntos han de presentar
hiperalgesia
Tabla 1
Localización anatómica de Tender Points de la
fibromialgia
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Occipucio
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Bilateral en la inserción del músculo suboccipital.
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Cervical Bajo
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Bilateral en la parte anterior de los espacios
intertransversos C5-C7.
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Trapecio
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Bilateral en el borde superior del trapecio.
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Supra espinoso
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Bilateral en el origen próximo al borde medial.
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Segunda costilla
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Bilateral en la 2ª unión condroesternal.
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Codo
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Bilateral a 2cm distal del espicóndilo.
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Glúteo
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Bilateral en el cuadrante superior externo de la nalga.
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Trocánter mayor
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Bilateral posterior a la eminencia trocantérea.
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Rodilla
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Bilateral posterior a la almohadilla grasa media próxima a la
línea articular.
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El dolor es intenso y difícil de describir, y en general,
empeora con el ejercicio físico intenso, el frío o el estrés emocional. Las
localizaciones donde se presentas los síntomas de fibromialgia son la región
lumbar, cuello, tórax y muslos. La alteración de los músculos se refiere a un
calambre doloroso, localizado y en algunos casos se observa espasmo muscular
localizado.
Otros síntomas adicionales pueden incluir incontinencia
urinaria, dolor de cabeza, migrañas, movimientos periódicos anormales de las extremidades,
en especial de las piernas, dificultad de concentración y dificultad para
recordar cosas; también es frecuente un aumento de la sensibilidad táctil,
escozor generalizado, resequedad de ojos y boca, acufenos, alteraciones de la
visión como fosfenos y algunos síntomas neurológicos de falta de coordinación
motora. Se ha asociado a la enfermedad de Raynaud como una manifestación
clínica de rara presentación durante el curso de esta enfermedad.
Tratamiento de la medicina occidental
En Europa no existe ningún fármaco autorizado por la Agencia
Europea del Medicamento indicado para el tratamiento de la fibromialgia y los
fármacos que se emplean son para tratar los síntomas de la enfermedad. Los
tratamientos farmacológicos más utilizados son:
Analgésicos: Tramadol, paracetamol, o la combinación de ambos
fármacos.
Antiinflamatorios: No se ha evidenciado la efectividad en el
tratamiento de los síntomas de fibromialgia por lo que no se recomienda su
utilización de manera sistemática.
Benzodiazepinas: los relajantes musculares y los ansiolíticos se
deben usar con precaución por el riesgo de dependencia, y tampoco han
demostrado efectividad.
Otros relajantes musculares, como la ciclobenzaprina, han
obtenido un buen resultado para el manejo sintomático, por efecto real similar
a los antidepresivos.
Anticonvulsivos: Gabapentina y pregabalina. Los ensayos clínicos
realizados han demostrado disminución del dolor y el cansancio, y mejoría del
sueño y la calidad de vida.
Antidepresivos: La amitriptilina en dosis bajas (25-50 mg)
podría considerarse como fármaco de primera línea para el tratamiento de la
fibromialgia, sobre todo si el paciente presenta dificultad para dormir o
trastornos del estado anímico. Otros antidepresivos: Fluoxetina, paroxetina,
duloxetina y venlafaxina.
Tratamiento de la fibromialgia con Acupuntura y Medicina
Tradicional China
Los principales factores etiológicos para en fibromialgia en la
Medicina Tradicional China son:
Invasión de factores patógenos externos Humedad, Viento y Frio
La Humedad es un factor patógeno que penetra en el cuerpo por
las piernas y se dirige hacia la parte superior de cuerpo y se asienta en la
región Cou Li (es el espacio existente entre la piel y los músculos) provocando
dolor fijo en los músculos, sensación de pesadez en las extremidades, cefaleas
sordas y desorientación si la Humedad se asienta en la cabeza. La Humedad
procede, por ejemplo, por vivir en entornos muy húmedos o estar expuesto a la
Humedad por ir descalzo sobre terrenos húmedo.
El viento provoca contracciones y dolor errante que se mueve de
un lugar a otro. Esa es la principal características del dolor provocado por el
viento, que se mueva de una zona del cuerpo a otra.
El dolor causado por el Frio es más intenso que el causado por
la Frio-Humedad y es localizado. El frío se suele combinar con la Humedad.
El estrés emocional provocado por la ira, el miedo, la tristeza…
suele causar un estancamiento de Qi y causa dolor muscular sobre todo en el
cuello y los hombros.
Una dieta irregular con exceso de alimentos grasos, fritos y
productos lácteos produce un mal funcionamiento del Bazo y por lo tanto se
produce Humedad en el cuerpo que es principal factor desencadenante de la
fibromialgia.
El trabajo físico excesivo debilitan el Bazo, el Hígado y los Riñones
lo que suele conducir a una deficiencia de Yang que es una condición subyacente
en la fibromialgia.
La fibromialgia se caracteriza por condiciones de Plenitud o
Exceso y Vacío o Deficiencia. Las condiciones de Plenitud o Exceso son la
Humedad, el Estancamiento de Qi y el estancamiento de Xue (sangre). Las de
Vacío o Deficiencia son Deficiencia de Qi o Yang de Bazo, Deficiencia de Yang
de Bazo y Riñón, Deficiencia de Sangre de Hígado y Deficiencia de Yin de Hígado
y Riñón. Vamos a analizar el dolor asociado a cada una de ellas:
La Humedad: Es el factor predominante más importante en el
fibromialgia, y pude combinarse con el Frío y el Calor, causando dolor muscular
generalizado y sensación de pesadez en las extremidades, sobre todo en las
inferiores.
Estancamiento de QI: Causa dolor muscular y articular más
intenso que el que produce la Humedad.
Estancamiento de Xue (sangre): Se produce en los casos
crónicos y de larga duración. El dolor es intenso y punzante en los músculos y
en las articulaciones y suele empeorar por la noche.
Deficiencia de Yang de Bazo y Riñón: Se presentan en casos
muy crónicos y avanzados de fibromialgia y produce dolor y frio en las
extremidades y en la zona lumbar.
Deficiencia de Xue (sangre) de Hígado: El Hígado controla
los tendones y una deficiencia de sangre puede permitir que la Humedad se
asiente en los tendones provocando entumecimiento y hormigueo en las
extremidades.
Deficiencia de Yin de Hígado y de Riñón: Se presentan en
casos muy crónicos y avanzados de fibromialgia en ancianos y produce
entumecimiento y hormigueo en las extremidades.
La fibromialgia se debe tratar eliminando a la vez los factores
patógenos para eliminar los síntomas que presenta el paciente y tonificando los
Órganos afectados y el Qi para tratar la raíz del problema. Cuando hay Humedad
presente hay que recurrir a la Fitoterapia China para ayudar al Bazo a
eliminarla combinándola con la Acupuntura.
Recomendaciones para aliviar los síntomas y mejorar la calidad
de vida de los enfermos de fibromialgia.
Aplicar calor para aliviar el dolor
Intentar mantener unos buenos patrones de sueño, con horarios
estables y evitando situaciones de estrés.
Hacer ejercicio físico y mantener un tono muscular adecuado.
Realizar ejercicio físico aeróbico poco intenso, como la natación, ejercicios
en el agua o bicicleta estática a velocidad e intensidad controladas. Se
recomienda mantenerse tan activo como sea posible, evitando la sobreactividad o
exceso de ejercicio que pueden provocar un exceso de cansancio o dolor durante
varios días.
La terapia de apoyo psicológico tiene buenos resultados.
Evitar las sobrecargas musculares, al transportar o mover cargas
pesadas, el sobrepeso y el esfuerzo físico intenso.