Artrosis
y artritis: cómo afectan a los jóvenes
·
· La artritis y la artrosis también pueden afectar a
personas jóvenes.
Por: Ana Paula Cordero
Es frecuente asociar
estas patologías con los adultos mayores, sin embargo, también pueden
presentarse en los más jóvenes. Existen algunos factores
predisponentes, pero también influye el estilo de vida. En diálogo con DocSalud.com la Dra.
María Cristina Lunic, Jefa del Programa para Mejorar la Calidad de Vida del
Paciente Reumático del Hospital de Clínicas de Buenos Aires, explica las
características de cada una, las formas para arribar al diagnóstico, la
evolución, los cuidados y tipos de tratamiento.
Periodista: ¿Cuál es la diferencia entre artritis y
artrosis?
Dra. María Cristina
Lunic: La artritis es
una enfermedad inflamatoria de las articulaciones de distintos orígenes, en
cambio, la artrosis es un proceso degenerativo que puede ocurrir en una persona
joven deportista o en una persona mayor por la misma edad. Otra patología
es la fibromialgia, una alteración periférica y central de las vías del
procesamiento del dolor.
P.: ¿Qué relación tienen con las enfermedades
autoinmunes?
M.C.L.: Las artritis pueden ser de tipo metabólico
(cristálicas), y éstas pueden ser autoinmunes o de otros orígenes, aunque las
más frecuentes son las autoinmunes. Las artrosis no son autoinmunes porque son
degenerativas, es decir, se dan por desgaste articular.
P.: ¿Cuáles son las artritis más frecuentes en los
jóvenes?
M.C.L.: En los jóvenes las artritis más frecuentes
pueden ser las reactivas a distintos gérmenes que pudieron haber
afectado y generan anticuerpos. Esto sucede porque algunos aspectos de
los gérmenes y de los virus son similares a las estructuras articulares, entonces,
cuando se generan los anticuerpos reaccionan también con las estructuras
articulares. Otras artritis pueden ser inflamatorias con
alteración del tejido conectivo.
P.: ¿Qué relación pueden tener con los estados
gripales?
M.C.L.: Los provocados por algún tipo de cepa pueden
producir artritis reactivas. Éstas, pueden comenzar con el cuadro de una gripe
común a la que se le agregan problemas articulares.
P.: ¿Qué estudios se hacen para comprobar de cuáles de
estas enfermedades se trata?
M.C.L.: Primero se hacen estudios generales para ver la
función de los órganos tanto el hígado, el riñón y lo hematopoyético (la
sangre). Después se hacen exámenes de anticuerpos para buscar la enfermedad
viral y otro, porque por ejemplo, una hepatitis también puede raramente
producir esta afección.
También se hacen los anticuerpos para enfermedades
autoinmunes, tales como el factor antinuclear (FAN) y el factor reumatoideo
(FR). Así, se buscan las posibles causas, se hace un screening, radiografías, resonancias
y centellograma.
P.: Según la causa tendrá distinta evolución y
tratamiento
M.C.L.: Las artritis (en general y no una en
particular), pueden tener tres tipos de evolución: una autolimitada, es decir
que desaparece; otra con periodos de activación y periodos de acalmia (sin
síntomas) o pueden ser permanentemente progresivas. Esto no se puede saber en
un primer momento, ya que cada persona tiene un patrón personal de reacción y
requiere seguimiento. Lo importante es que todas tienen tratamiento y se puede
hacer que el paciente tenga buena calidad de vida.
P.: Las relacionadas con gripe, ¿tienen un tratamiento
distinto?
M.C.L.: El tratamiento atiende al estado general del
paciente, cuando mejore, tendrá una evolución llamada “autolimitada” porque el
organismo tiene un mecanismo que va eliminando esos anticuerpos con el paso del
tiempo.
P.: ¿Qué cuidados requiere?
M.C.L.: Los cuidados son generales, como reposo, buena
alimentación, peso adecuado, uso de calzado y de hormas de alineación. También
el fortalecimiento de las membranas con vitamina C y D, si es que la persona
las precisa, esto hay que determinarlo. Por eso el tratamiento es
personal en cada caso.
P.: ¿Hay alguna relación con el clima?
M.C.L.: La presión atmosférica baja, como cuando está
por caer una tormenta, puede hacer que las personas que ya tienen estos
problemas tengan más dolor. Es decir, el clima tiene relación con la
percepción del síntoma pero no con su aparición o creación. Por otro lado, las
artritis también tienen relación con el estado de la persona, así, en el
caso de las reactivas, no se producen sólo por un virus, sino también por otras
razones como el cansancio, depresión o estrés por el que esté pasando el
paciente. Todo esto influye pero no es determinante.
P.: ¿El estilo de vida es también un factor clave?
M.C.L.: El buen cuidado de la salud ayuda a que
aquellas patologías para las que uno esté predispuesto tengan menos chances de
producirse. Todo influye: una buena alimentación, ejercicio físico
adecuado, la consulta periódica con el médico, los chequeos habituales, las
condiciones de vida como el estrés. Las enfermedades se producen por la
presencia de una noxa que puede ser viral, bacteriana o, en algunos casos, de
tipo metabólico.
Pero además, ocurren por la predisposición de la persona y por
el medioambiente, que es cómo está viviendo. No porque haya un virus todos los
vamos a tener ni vamos a reaccionar de igual modo, esto depende de la carga
genética de la persona y del estilo de vida que lleve.
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