Sabes lo que estás comprando cuando decides adquirir carne?.
Lo mismo de siempre, mientras funcione, se seguirá haciendo: Una buena presentación para "tapar" lo indeseable y lo repugnante. Detrás de los productos de origen animal, se esconde un gran secreto. Este secreto que ocultan las empresas cárnicas con el máximo interés, se debe a que los comedores de cadáveres, sí, esos cementerios andantes sigan invirtiendo su dinero en algo como esto:
Esta fotografía (Sin truco fotográfico) pertenece a un trozo de carne con un tumor encontrado y reventado. Los tumores son muy comunes en la carne, pero se limpian con productos muy corrosivos, como por ejemplo, con lejía y la cruda realidad, es que la carne todavía es negociable. Pregúntale a cualquier carnicero. Los tumores suelen ser en la mayoría de los casos purulentos, y una vez están limpios a través de dicho producto químico corrosivo, se muestra en el escaparate como carne jugosa, ofreciendo a los "carnívoros" un producto en descomposición, creyendo éstos que son su única fuente de proteínas. Esta misma situación no solamente ocurre con los tumores, sino con la carne en general. Tarda muy poco en descomponerse, sin monóxido de carbono y otros componentes corrosivos adicionales, la carne en los supermercados o carnicerías se vería de este modo:
La mayoría de los consumidores de carne pueden no ser conscientes de que casi toda la carne del mercado está siendo tratada con este gas venenoso mencionado, pues es tan potente que es capaz de hacer ver como "carne fresca" esa carne de incluso hace semanas. Sin broma alguna, se trata del "Photoshop" de las carnes. El monóxido de carbono es un gas incoloro, inodoro, insípido. Es una mísera molécula de oxígeno lejos del dióxido de carbono que todos exhalamos, pero esta molécula, hace una gran diferencia en cosas extremadamente malas para el cuerpo humano a concentraciones muy bajas. Es tóxico porque se adhiere a la hemoglobina, una molécula en la sangre que transporta generalmente el oxígeno. Cuando las personas están expuestas a niveles más altos de CO, el gas ocupa el lugar del oxígeno en el torrente sanguíneo y causa estragos. Exposiciones leves significa: Dolores de cabeza, confusión o cansancio. Exposiciones más altas significa: Inconsciencia, e incluso la muerte, no obstante aquellos que consiguen sobrevivir a la intoxicación de este gas, pueden sufrir graves consecuencias neurológicas a largo plazo. Como ya hemos dicho, la carne tarda muy poco en descomponerse, no existe la "carne fresca jugosa" porque cuando acabas de matar a un animal, su carne está dura. El Ministerio de Salud ha publicado que varias empresas fueron halladas con carne sin tratar en sus congeladores, estos lugares fueron cerrados por insalubridad, una investigación llevada a cabo por el Doctor Albert Méndez.
Los "Carnívoros" por tanto, no están consumiendo carne. Están consumiendo sustancias muy dañinas. Se descompone muy rápidamente, por lo que la industria de la carne invierte mucho en el envasado en atmósfera modificada utilizando el gas de monóxido de carbono para prolongar la vida útil y resistencia al deterioro. En un sistema de monóxido de carbono, con niveles bajos de oxígeno, el monóxido de carbono reacciona con la mioglobina y da a la carne un color rojo brillante. La mezcla con bajo oxígeno limita artificialmente el crecimiento de los organismos de descomposición que son comúnmente causados por el aumento de los niveles de calor en las vitrinas. Así que, aunque el monóxido de carbono es un gas que puede ser fatal si se inhala en grandes cantidades, la industria de la carne insiste en que no es perjudicial para la salud humana cuando se ingiere a través de envases atmosféricos. Esto no es cierto, puesto que la bacteria C. Perfringens, es la tercera causa más común de enfermedades transmitidas por alimentos.
SandRamirez.www.sandramirez.comwww.luchandoporellos.es
Lo mismo de siempre, mientras funcione, se seguirá haciendo: Una buena presentación para "tapar" lo indeseable y lo repugnante. Detrás de los productos de origen animal, se esconde un gran secreto. Este secreto que ocultan las empresas cárnicas con el máximo interés, se debe a que los comedores de cadáveres, sí, esos cementerios andantes sigan invirtiendo su dinero en algo como esto:
Esta fotografía (Sin truco fotográfico) pertenece a un trozo de carne con un tumor encontrado y reventado. Los tumores son muy comunes en la carne, pero se limpian con productos muy corrosivos, como por ejemplo, con lejía y la cruda realidad, es que la carne todavía es negociable. Pregúntale a cualquier carnicero. Los tumores suelen ser en la mayoría de los casos purulentos, y una vez están limpios a través de dicho producto químico corrosivo, se muestra en el escaparate como carne jugosa, ofreciendo a los "carnívoros" un producto en descomposición, creyendo éstos que son su única fuente de proteínas. Esta misma situación no solamente ocurre con los tumores, sino con la carne en general. Tarda muy poco en descomponerse, sin monóxido de carbono y otros componentes corrosivos adicionales, la carne en los supermercados o carnicerías se vería de este modo:
La mayoría de los consumidores de carne pueden no ser conscientes de que casi toda la carne del mercado está siendo tratada con este gas venenoso mencionado, pues es tan potente que es capaz de hacer ver como "carne fresca" esa carne de incluso hace semanas. Sin broma alguna, se trata del "Photoshop" de las carnes. El monóxido de carbono es un gas incoloro, inodoro, insípido. Es una mísera molécula de oxígeno lejos del dióxido de carbono que todos exhalamos, pero esta molécula, hace una gran diferencia en cosas extremadamente malas para el cuerpo humano a concentraciones muy bajas. Es tóxico porque se adhiere a la hemoglobina, una molécula en la sangre que transporta generalmente el oxígeno. Cuando las personas están expuestas a niveles más altos de CO, el gas ocupa el lugar del oxígeno en el torrente sanguíneo y causa estragos. Exposiciones leves significa: Dolores de cabeza, confusión o cansancio. Exposiciones más altas significa: Inconsciencia, e incluso la muerte, no obstante aquellos que consiguen sobrevivir a la intoxicación de este gas, pueden sufrir graves consecuencias neurológicas a largo plazo. Como ya hemos dicho, la carne tarda muy poco en descomponerse, no existe la "carne fresca jugosa" porque cuando acabas de matar a un animal, su carne está dura. El Ministerio de Salud ha publicado que varias empresas fueron halladas con carne sin tratar en sus congeladores, estos lugares fueron cerrados por insalubridad, una investigación llevada a cabo por el Doctor Albert Méndez.
Los "Carnívoros" por tanto, no están consumiendo carne. Están consumiendo sustancias muy dañinas. Se descompone muy rápidamente, por lo que la industria de la carne invierte mucho en el envasado en atmósfera modificada utilizando el gas de monóxido de carbono para prolongar la vida útil y resistencia al deterioro. En un sistema de monóxido de carbono, con niveles bajos de oxígeno, el monóxido de carbono reacciona con la mioglobina y da a la carne un color rojo brillante. La mezcla con bajo oxígeno limita artificialmente el crecimiento de los organismos de descomposición que son comúnmente causados por el aumento de los niveles de calor en las vitrinas. Así que, aunque el monóxido de carbono es un gas que puede ser fatal si se inhala en grandes cantidades, la industria de la carne insiste en que no es perjudicial para la salud humana cuando se ingiere a través de envases atmosféricos. Esto no es cierto, puesto que la bacteria C. Perfringens, es la tercera causa más común de enfermedades transmitidas por alimentos.
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