Aviso a los
lectores, este es el último de una serie de informes emitidos durante cuatro
semanas sobre temas no sensibles al tiempo.
A partir de la semana que viene vamos a volver a la
cobertura de los acontecimientos mundiales más recientes.
Como resultado de involucrarme con diversas
sociedades secretas, este escritor ha experimentado, por lo general con
testigos presentes, una serie de acontecimientos extraordinarios que sólo
pueden clasificarse como material de archivos X.
La primera vez que me empezaron a suceder cosas
extrañas fue en 2007, inmediatamente después de que este escritor lanzó un reto
público a las familias que en secreto controlan el mundo a través de la Junta
de la Reserva Federal.
Al principio me despertaba con palabras desconocidas
en mi mente y una necesidad irresistible de buscarlas en el diccionario.
Por ejemplo, una mañana me desperté con la frase
“números de Fibonacci” en mi cabeza.
Cuando busqué el significado me di cuenta que era un
conjunto de números que se utilizan para explicar el crecimiento natural que
fue concebido por el matemático medieval del mismo nombre.
Fibonachi también fue responsable de la enseñanza de
las matemáticas de la usura al grupo de familias del tipo de la Del Bancos, los
Medici y los Borgia que eventualmente fundaron la Junta de la Reserva Federal.
En otra ocasión me desperté con la frase “dialudes
post-cronométricas” en mi mente. También tuve que buscar eso.
Una dialude es algo que se ha diluido, como la sal
en el agua salada. Poco después de eso, me invitaron a una reunión donde
personas que decían ser no-humanos en forma humana realizaron una actuación
donde recreaban reconstruir el planeta tierra de nuevo recogiendo el polvo de
su explosión.
El mensaje que recibí fue que este planeta ya había
sido destruido una vez y que miembros de una civilización avanzada lo habían
reconstruido para nosotros y nos ha dado la oportunidad de hacer las cosas bien
esta vez.
Aún hay más. Poco antes de ser invitado a conocer Al
jefe de una sociedad secreta asiática, alguien anónimamente me envió una
traducción al chino del libro de Haruki Murakami “Kafka en la orilla”.
Cuando se lo di al jefe de la sociedad secreta
asiática él me preguntó por qué le estaba regalando el libro y le contesté que
de alguna manera sentía que era lo apropiado.
Más tarde ese mismo año, cuando visité Canadá, el
agente de aduanas comenzó a preguntarme qué pensaba acerca de Haruki Murakami y
su libro “Kafka en la orilla”.
Cuando regresé a Japón me encontré una copia en
inglés del libro en mi biblioteca. Así que lo leí.
La esencia de esa novela era que la realidad iba a
ser reiniciada de forma que pondría fin a los errores del pasado.
Tal vez alguna organización buscó la manera de hacer
esto, pero en cualquier caso, en lo que a mí respecta, era definitivamente
archivos X.
Otro episodio ocurrió cuando visité al jefe de una
sociedad secreta diferente en China.
Mi vuelo implicaba cambiar de avión en Taiwan. En el
interior del aeropuerto de Taipei fui a buscar un obsequio taiwanés común
conocido como Senka (仙 果) .
Pregunté a los transeúntes donde podía comprar
algunos y apuntaron en una dirección determinada.
Mientras caminaba me dio la muy extraña impresión de
que el pasillo se hacía cada vez más y más largo y que nunca se acababa.
Finalmente me rendí. Más tarde, después de una
exitosa reunión con la gente de la sociedad secreta de China continental,
encontré una tienda justo al lado del lugar de encuentro que vendía Senka
taiwanesa.
Luego, a mi regreso a Japón, había una tienda que
solo vendía Senka, justo al lado de la sala del aeropuerto, donde no había
habido ninguna anteriormente. Me sentía como un personaje en un juego de pc al
que se le está dando un premio digital por pasar un obstáculo.
Me ocurrían muchos episodios de este tipo cuando
conocí a miembros de diversas sociedades secretas asiáticas.
Por ejemplo, los objetos como pendientes de oro de
la virgen María, una sustancia que parecían un excremento con un diamante
incrustado en él de 0,88 kilates, un dragón de oro y más cosas que parecían
materializarse de forma espontánea.
Además, los objetos en mi casa iban cambiando de
manera sutil. Por ejemplo, yo tenía una bolsa de papel de yerba mate que se
había roto, así que lo puse todo en una bolsa de plástico.
Sin embargo, parecía volver espontáneamente a la
bolsa de papel. También recuerdo los acontecimientos que experimento como si
hubiesen ocurrido de forma ligeramente diferente en el pasado.
Era como si se reiniciara la realidad una y otra vez
y cada vez algunos pequeños detalles cambiaban.
O eso, o alguien estaba tratando de meterse con mi
mente metiéndose en mi casa y cambiando las cosas de sitio.
También ocurrieron gran cantidad de sucesos de fuera
de este mundo cuando fui a Italia para reunirme con miembros de la logia
masónica P2.
En Roma me llevaron a una reunión del P2 en un lugar
secreto donde se me mostró un extraño proyector que puede proyectar una gran
imagen de la virgen María de 22 millas en el cielo.
También me mostraron unos extraños retratos
parecidos a espejos en 3d que dijeron eran portales a otras dimensiones. Aquí
está una foto del lugar de reunión:
Más tarde, Vincenzo Mazzara, un “Caballero de los
Caballeros Teutónicos” me llevó a un paseo por los lugares clave de la P2 en
Milán.
Me mostró una iglesia donde un grabado de una
serpiente enroscándose alrededor de una cruz era la principal pieza de la
exhibición. Luego me llevó a una catedral en la que me mostró una vidriera que
representaba el Sol Negro a quien el P2 rinde culto.
Mientras observaba, me sentí como si estuviera de
pie sobre una nube al borde de un abismo negro, frío y que absorbía la vida.
Entonces vi lo que parecía ser un remolino blanco y
negro que generaba todos los colores del arco iris. Aquí está una foto del Sol
Negro
La conclusión que he extraído de estas y otras
experiencias no terrenales es que esta realidad es una especie de construcción
digital.
Es la única explicación que tiene sentido. ¿Por qué
si no se paró la exploración espacial humana en la luna? ¿Por qué se están
encontrando objetos anómalos (oops-art) por todos lados?
Quizás somos como SuperMario en un juego de Nintendo
tratando de salir de la máquina de juego y descubrir que vivimos en una
realidad limitada.
Tal vez los objetos anómalos son restos de
anteriores “sesiones de juego” o diferentes juegos.
Si ese es el caso, entonces los seres humanos
debemos encontrar una manera de hackear el sistema operativo que conocemos como
el planeta Tierra con el fin de actualizarlo.
Esto puede hacerse, por ejemplo, mediante la
alteración de los genes para que podamos llegar a ser inmortales, mediante la
construcción de nuevas realidades virtuales aún más realista que ésta, creando
nuevos sentidos y haciendo otras cosas.
También tenemos que derrocar a la clase dominante
que nos ha mantenido como ovejas en corrales durante todos estos años.
Si tenemos éxito en esto, entonces son posibles todo
tipo de cosas maravillosas ocurran.
La semana que viene volveremos al mundo de aquí y
ahora que todos compartimos y trabajaremos sobre formas de hacer esta realidad
mejor.
Fuente Benjamin
Fulford