La ortiga fortalece el sistema inmunológico y combatiendo cualquier resfrío;
aminora la anemia, fatiga y otros efectos del estrés.
¿Quién iba a pensar que esta planta, con reputación de hierba invasiva en
cualquier jardín, es una de las maravillas que la naturaleza nos ha dado? Posee
propiedades astringentes, expectorantes, tónicas, anti-inflamatorias,
diuréticas y además es una fuente importante de
vitaminas y minerales.
Históricamente, la ortiga (Urtica dioica), ha sido
utilizada desde la prehistoria. En Dinamarca, un tejido de esta planta fue
encontrado en una tumba que data desde la Edad de Bronce. En la era del
neolítico, el tallo de la ortiga fue usada para hacer cuerdas.
Sus fibras son tan finas como la seda las cuales
pueden ser hiladas y tejidas para hacer ropa. Pero no sólo se usa como textil,
la ortiga nos ofrece maravillosas propiedades.
La ortiga contiene un gran número de aminoácidos,
substancias glucídicas, aminas, esteroles, cetonas como metil heptanona,
acetofenona, aceite volátil, sustancias grasas, sitosteroles, ácido fórmico y
acético, ácido pantoténico, ácido fólico, clorofila 0,3-0,8, protoporfirina y
coproporfinina.
También contiene vitamina A, C, B2, E y K,
betacaroteno, hierro, calcio, magnesio, silicio, fosfatos, etc. Debido a estos
compuestos, la planta posee propiedades antianémicas, antidiabéticas,
hemostáticas y diuréticas.
Puede ser de gran ayuda para quienes sufren
diabetes, ya que reduce el azúcar en la sangre e implícitamente el nivel de
glicemia. El té es útil eliminando virus e infecciones bacteriales.
La ortiga ayuda a fortalecer el sistema
inmunológico, combatiendo cualquier resfrío. La anemia, fatiga, agotamiento y
otros efectos del estrés se ven sumamente aminorados si incorporamos este
regalo de la tierra a nuestro día a día.
Té de ortiga
El té de ortiga cura
enfermedades e inflamaciones del sistema urinario, al igual que retenciones
urinarias. Contiene un suave efecto laxante siendo recomendado en remedios
depurativos. También sirve para tratar enfermedades hepáticas y biliares tanto
como condiciones del bazo.
El té de ortiga se puede
preparar con hojas secas o frescas (se recomiendan las hojas superiores de la
planta, de no ser así es más amargo). Para hojas secas se deja remojar una
cucharada sopera en una taza de agua hervida. Si son hojas frescas, se ocupa la
cantidad de un puñado. El tiempo de remojo mínimo es de 10 minutos. A mi gusto,
prefiero dejarlo reposar durante la noche para liberar todas sus propiedades mágicas.
No me queda nada más que
decir, ¡déjense bendecir por ella!
"Abre los ojos" |
Fuente: Veo Verde
Más sobre la ortiga http://abrelosojosmrp.blogspot.com.es/2015/03/la-ortiga-la-mas-completa-de-todas-las.html