Campaña urgente
El catedrático Álvarez-Dardet hace un llamamiento urgente a los padres para
que no vacunen a sus hijas contra el virus del papiloma
"La vacuna no es necesaria, ni efectiva; y ni siquiera es segura. Es
inútil y peligrosa".
En enero de 2015, el gobierno de Estados Unidos tenía constancia de 38.217
reacciones adversa, incluyendo 220 muertes, 1.284 discapacidades, 3.945
hospitalizaciones e incluso 100 casos de cáncer cervical.
En Austria se han retirado las vacunas anti-VPH del programa oficial.
Carlos Álvarez-Dardet
El doctor Carlos Álvarez-Dardet,
catedrático de Salud Pública de la Universidad de Alicante, ex presidente de la
Asociación Europea de Salud Pública (EUPHA) y de la Sociedad Española de Salud
Pública y Administración Sanitaria (SESPAS), y ex asesor de la Organización
Mundial de la Salud (OMS), ha realizado un llamamiento urgente a los padres
para que no vacunen a sus hijas contra el virus del papiloma humano después de
tener conocimiento de que, una vez más, una niña, Érika, ha sufrido reacciones
adversas y se encuentra incapacitada, en silla de ruedas, tras serle
administrada una dosis. Antes sufrieron los efectos de la vacuna Celia y
Henar, de Madrid; Raquel, de Valencia; Aurora, de Jávea; Marina, de Murcia;
Carolina, de Sevilla… y tantas otras niñas, algunas de las cuales han
fallecido.
Álvarez-Dardet pide además a los padres
que firmen una petición al gobierno de la nación y de las comunidades autónomas
para que frene las campañas masivas de vacunación que se vienen realizando
desde 2007 y que "se deben únicamente a la presión ejercida por los
laboratorios farmacéuticos y la dejación de responsabilidades por parte de las
autoridades sanitarias y las sociedades científicas".
"Se trata de un nuevo caso de una
niña perfectamente sana que enferma tras ser vacunada. Un nuevo caso que me
obliga a alzar la voz contra este atropello a la salud pública que se está
cometiendo impunemente y a rogarle que me ayude con su firma a frenar este
sinsentido", escribe el doctor Álvarez-Dardet en su llamamiento.
"Cervarix y Gardasil son los
nombres de las vacunas que se están poniendo masivamente a las niñas y cuyos
fabricantes (los laboratorios farmacéuticos GlaxoSmithKline y Sanofi Pasteur
Merck Sharp & Dohme) se están lucrando tras haber logrado introducirlas en
nuestro país", explica, y continúa: "Pero debe saber que esta vacuna
no es necesaria, ni efectiva; y ni siquiera es segura. Es inútil y
peligrosa". Álvarez-Dardet expone por qué:
• Sólo ofrece protección frente a dos (o
cuatro, según la marca) de las 100 cepas del virus del papiloma humano.
• Los efectos duran pocos años.
• El virus del papiloma humano se
transmite básicamente por vía sexual, por lo que no tiene ningún sentido poner
la vacuna a niñas de 12, 13 ó 14 años.
• Se introdujo en España cuando en otros
países ya se estaban produciendo alertas por sus efectos adversos, incluyendo
la muerte, invalidez permanente por enfermedad del sistema nervioso, desórdenes
autoinmunes, embolismos pulmonares, síndrome de Guillain-Barré, convulsiones,
desmayos, temblores, síncopes, vértigos, pancreatitis, lupus y un largo
etcétera de daños, sobre los que las campañas de vacunación no dicen
absolutamente nada.
• Algunos países incluso han dejado de
recomendar esta vacuna y la han retirado de sus calendarios de
vacunación. Mientras tanto, en nuestro país se está poniendo alegremente a
niñas de 14 años (y menos en algunas comunidades autónomas) que no la
necesitan, y centenares de ellas lo están pagando con su salud, algunas con su
vida.
• En España la incidencia del cáncer de
útero es bajísima, de las más pequeñas de Europa, donde ya de por sí es baja
(el 90% de las muertes se producen en países subdesarrollados, donde las
mujeres no se someten a controles ginecológicos).
"Los laboratorios fabricantes y el
Comité Asesor de Vacunas (que aunque es un organismo teóricamente
independiente, está integrado por colaboradores de los laboratorios
farmacéuticos, que financian sus actividades) se han planteado entre sus retos
rebajar la edad de vacunación a niñas preadolescentes de 11 años, extenderla
también a los varones y, además, administrar las vacunas en los colegios (en
algunas comunidades ya se está haciendo), para que no haya 'escapatoria'
", acusa.
"Los padres están vacunando a sus
hijas frente al VPH porque creen actuar de forma responsable, confiando en que
los especialistas saben lo que les conviene. Pero está vacuna es un auténtico
fraude. ¡Están experimentando con nuestros hijos y enriqueciéndose a su
costa! Urge detener las vacunaciones", afirma en su escrito.