¿Cómo saber si consumimos transgénicos?
Descubre cómo entran
en nuestra mesa y decide si quieres tomar medidas para dejar de consumirlos.
Piensos para animales
Monsanto, poderosa
multinacional estadounidense líder en cultivo de transgénicos, asegura que "casi
el 100% de los piensos para animales contiene transgénicos", con lo
que nos podemos hacer una idea de por dónde podemos consumir los GMO
(Organismos Modificados Genéticamente) sin saberlo.
Si este dato es
cierto, puede que cada vez que comamos pollo, ternera, o incluso
pescado proveniente de piscifactoría, estemos consumiendo transgénicos. Estos
animales son alimentados con piensos hechos sobre todo con soja y maíz de
origen transgénico, por lo que una vez consumidos por ellos, ya han entrado
en la cadena alimentaria.
Los transgénicos nos pueden llegar a través de los piensos para animales
Productos elaborados
Otra de las maneras
más comunes de que se cuelen en nuestra dieta, es mediante los productos
elaborados. Hay marcas con tendencia al uso de los transgénicos en sus
recetas de comida preparada (desde cereales a platos elaborados), y lo
indican en su etiqueta, por lo que debemos fijarnos siempre en el etiquetado si
no queremos consumir GMO. Aun así, lo ideal es evitar estas marcas si
queremos estar seguros de que son “100% libres de transgénicos” ya que “la
presencia de transgénicos sólo aparece en la etiqueta si suponen más del 0,9%
del producto”.
Para ello, existen “listas” actualizadasperiódicamente
que podemos consultar, para saber en cada momento qué empresas usan
transgénicos en sus recetas y cuales desechan esta opción.
¿Cómo evitarlos?
La manera más eficaz
es seleccionando siempre productos etiquetados como
“bio” o ecológicos. De esta manera, nos aseguramos que no
haya ni rastro de GMO.
Para evitar los transgénicos, productos ecológicos
Este etiquetado son
productos en los que, por ejemplo, los animales han sido alimentados de manera
natural, sin productos químicos ni transgénicos de por medio. Los
productores de alimentos orgánicos, de hecho, están obligados
a usar únicamente ciertos agroquímicos autorizados y no se pueden utilizar para
su producción semillas o plantas transgénicas.
Si has decidido
eliminar de tu dieta cualquier huella de transgénico, deberás fijarte
cuidadosamente en el etiquetado, evitar las marcas que lo usan en sus recetas y
sumarte al público que consume carne, leche, huevos, y muchos otros alimentos
categorizados como ecológicos o bio. En el caso de los pescados, mejor salvaje
que de piscifactoría (y mejor fijándose también en la etiqueta
informativa, para evitar métodos de pesca destructivos).
Y tú, ¿sabías que
puedes estar consumiendo transgénicos sin tener conocimiento de ello?