Rubén Sánchez, portavoz de la asociación de consumidores FACUA.
La mayoría de compañías de
telecomunicaciones suelen intentar que darnos de baja sea una auténtica carrera
de obstáculos. A continuación expongo veinte respuestas que pueden plantearnos
cuando intentamos tramitarla (en algunos casos, también se producen en otros
sectores). Yo las viví todas en mis tiempos de atleta.
1. Que la voz de un robot nos diga una y otra vez
que no nos entiende. Respira hondo y pronuncia despacito: "baaajaaa".
Al final te pasará con otro robot, o con un humano, o con un cíborg.
2. Que no podemos solicitarla hasta que finalice nuestro
compromiso de permanencia. Falso, otra cosa es que tengamos que abonar la
penalización que corresponda.
3. Que si cancelamos nuestra permanencia tendremos que
pagar una penalización. Sí, pero no olvidemos que su cuantía debe ser
equivalente al importe que nos descontaron al darnos de alta prorrateado a la
baja sobre el número de días que llevemos como clientes. Ojo: si cancelamos el
contrato por incumplimiento de la compañía, no hay penalización alguna.
Si te dicen que renovaste la permanencia
aunque no te acuerdes, prueba a pedirles el documento con tu firma o la
grabación en la que autorizas. Y no te extrañe si te llega algo con la voz de
otro4. Que tendremos que abonar una penalización por cancelar
un contrato de permanencia que en realidad finalizó hace tiempo o que nunca
aceptamos. Prueba a pedirles el documento con tu firma o la grabación en la que
autorizas una nueva permanencia aparejada a un descuento. Y no te extrañe si te
llega algo con la voz de otro.
5. Que no es posible hasta que abonemos supuestas
facturas pendientes. ¿Recuerdas cuando reclamabas por un error en un recibo y
te decían que primero pagases y después ya verían si te devolvían algo? Un
impago, real o inventado, no puede paralizar una solicitud de baja.
6. Que habremos de abonar una tarifa por los gastos de la
tramitación de la baja. ¡Venga! Y además de por vida tendremos que pagar una
parte de la caja de puros que le regalan por su cumpleaños al director general
de la compañía.
7. Que debemos solicitarla el último día del periodo de
facturación. ¿Y si llamamos un segundo después de que hayan pulsado el botón de
la máquina que imprime los recibos? Pues no, la baja puede pedirse en cualquier
momento.
8. Que tardará dos semanas en hacerse efectiva. Para
nada, la normativa de telecos dice que en dos días podemos considerarnos
libres, por lo que sólo pueden facturarnos el consumo hasta esa fecha y si
hemos pagado por adelantado, deben devolvernos la cuota proporcional.
9. Que para eso hay que llamar a otro número. Claro que
sí, al del vecino del quinto.
Es curioso, una compañía de
telecomunicaciones incapaz de hacer ciertos trámites por teléfono. Igual
tampoco tienen correo electrónico. La cosa es que según la ley, están obligados
a aceptar la baja mediante el mismo sistema por el que nos dieron de alta10. Que no puede efectuarse por teléfono. Es curioso, una compañía de
telecomunicaciones incapaz de hacer ciertos trámites por teléfono. Igual
tampoco tienen correo electrónico. La cosa es que según la ley, están obligados
a aceptar la baja mediante el mismo sistema por el que nos dieron de alta.
11. Que llamemos en otro momento porque hay un problema
informático. Pobres. Se habrán quedado otra vez sin internet y van a tener que
pedirse la baja a sí mismos.
12. Que la llamada se corte misteriosamente. Con esa
calidad en las comunicaciones, como para no insistir en pedir la baja. Aunque
puede que el teleoperador no haya colgado. Son cosas que pasan cuando sólo
llamamos para molestar pidiendo chorradas.
13. Que nos llegue un SMS en el que indiquen que para
confirmar el cambio tenemos que llamar a un teléfono. Esto suele ocurrir cuando
tramitamos la baja mediante una petición de portabilidad a otra compañía. En
realidad, es nuestra futura ex, que nos echa de menos y quiere convencernos de
que no nos vayamos con una contraoferta.
14. Que después nos llamen ofreciéndonos que nos quedemos
con ellos a cambio de un descuento. Si les resulta imposible detallárnoslo por
escrito sobre la marcha, huele a timo.
15. Que al pedir un cambio de operadora la nuestra lo
rechace aprovechándose de que el empleado de la compañía a la que queremos
irnos se equivocó en una letra al escribir nuestro nombre.
Cuando nos vamos a una compañía mediante
una portabilidad de nuestra línea a otro operador, la ley dice con claridad
meridiana que eso implicará la baja de todos los servicios asociados al número
de teléfono en cuestión16. Que nos den de baja el teléfono de casa pero sigan
pasándonos recibos por la conexión a internet. Por aquello de que hay quien no
entiende eso de: “no quiero volver a saber nada de vosotros nunca más”. Por
cierto, cuando nos vamos a una compañía mediante una portabilidad de nuestra
línea a otro operador, la ley dice
con claridad meridiana que eso implicará la baja de todos los servicios
asociados al número de teléfono en cuestión.
17. Que sigan cobrándonos la mensualidad por el alquiler
del teléfono. Ése que pagábamos porque nos hicieron creer que sólo así nos
solucionarían con rapidez cualquier avería. Creerán que le hemos cogido cariño
a la antigualla y les da cosita venir a llevársela.
18. Que al cabo de un mes nos exijan que les paguemos
el router que nos prestaron
para conectarnos a internet o el decodificador para ver la tele sin darnos la
opción de devolverlos porque eso se nos tendría que haber ocurrido antes. Ya
sabes, si quieren sus cacharros, que vengan a recogerlos y no pagues nada. Y en
caso de que te exijan que los lleves a un establecimiento o te encargues de
enviarlos por tu cuenta a algún sitio, niégate; son ellos los que tienen que
venir a por ellos y entregarte un resguardo de la entrega.
20. Hay una posibilidad más: que nos llegue un
mensaje donde nos confirman la baja de todos los servicios y nunca más vuelvan
a llegarnos facturas. Te aseguro que existen personas a las que les ha pasado.
Ante todo esto, además de sumarnos a la
petición de Change.org de que la baja en telecomunicaciones sea declarada
deporte olímpico, lo mejor que podemos hacer para blindarnos ante posibles
problemas es seguir una pauta muy sencilla cada vez que queramos cancelar un
contrato. Si pedimos el traspaso de nuestra línea a otra compañía, por si
acaso, debemos especificarle que aclare a nuestro operador actual que vamos a
darnos de baja de todos sus servicios. Y si no es una baja con portabilidad, lo
mejor es que la notifiquemos por escrito, preferiblemente con acuse de recibo.
No tenemos más que dirigirnos a la dirección que aparece en las facturas.
“Abre
Los Ojos”
NOTA:
No hace falta ir a los tribunales, muchas de estas compañías
(sobre todo las más grandes: Movistar, Vodafone, Orange, ONO,..) están
adheridas a la Junta Arbitral Nacional de Consumo por lo que es bastante
probable que en un arbitraje te den la razón: dejo enlace de como reclamar según
la compañía de telecomunicaciones (es para Aragón pero, de manera general, se
podría extrapolar a toda España.
Las veinte mentiras de las operadoras para evitar que te des de baja - Blogs de Tribuna http://bit.ly/1ym5gLJ