Por favor, entérate de todo lo que ocurre en la industria lechera.
Las vacas son explotadas por su carne, por su leche y por su piel. El
objetivo de su explotación dependerá de su raza. En cuanto a los terneros, son
asesinados por su carne independientemente de la raza a la que pertenezcan,
salvo aquellas terneras de razas “lecheras” que se destinen a producir leche y
parir terneros. Las vacas, toros y terneros de cualquier raza, son en su
conjunto denominadas “ganado bovino”.
Según datos del INE para 2001, el llamado “ganado bovino” sumaba en España
6.411.000 individuos. De ellos, 1.182.000 eran explotadas por su leche y el
resto eran terneros, toros y vacas explotadas por su carne. El total de
animales asesinados para 2001 fue de 2.550.000, un número similar a la
población humana de la comunidad de Castilla y León.
Explotadas por su carne
La principal parte de la carne obtenida de la explotación de estos animales
proviene de las terneras de diferentes edades (lechal, baby-beef, novillo...).
Las vacas adultas son principalmente explotadas como reproductoras, siendo
enviadas al matadero cuando el ganadero lo considere oportuno (descenso de
capacidad reproductiva, enfermedad, motivos económicos). En cuanto a los toros,
los únicos que llegan a adultos son los destinados a sementales pues al no
poder parir, este es el único interés económico que el ganadero puede tener en
un toro adulto.
Los músculos de las terneras son muy apreciados, como muestra el hecho de
que solo en España son enviadas al matadero por cientos de miles cada año.
Bebés al fin y al cabo, de pocos meses de vida, que solo desean encontrar a
sus madres y descubrir y disfrutar el mundo al que tan recientemente acaban de
llegar, son asesinados solo porque nos gusta el sabor de su carne. Hay dos
denominaciones de terneras según su edad de asesinato:
◊Ternera lechal. La carne de ternera lechal se obtiene de “los terneros
criados con la propia leche natural de su madre o de una nodriza, sin
complemento alguno de concentrados o forrajes, y mantenidos en establos
semioscuros y reducidos”.(1) Para lograr el color deseado, la dieta del ternero
debe ser pobre en hierro y su movilidad debe ser reducida. En el caso de que
reciban una alimentación a base de leches artificiales, estas “deberían ir
desprovistas de hierro, procurando que los terneros tampoco tengan ocasión de
lamer paredes, hierros y comer pajas o henos”.(1) Los terneros lechales son
enviados a morir cuando solo tienen cuatro meses de edad.
◊Baby-beef o añojo. Se denominan así a las terneras macho que se envían al
matadero a los 11 meses de vida. Reciben un plan intensivo de alimentación
destinado a obtener la mayor cantidad de carne posible aprovechando el
potencial de crecimiento y el desarrollo muscular.
Las principales modalidades de explotación de terneros son:
Explotación extensiva
El ternero vive con su madre y mama cuando quiere. A pesar de tener una
cierta capacidad de movimiento, llegará el momento en que madre e hijo sean
separados, en una traumática experiencia para ambos, siendo el hijo metido en
un camión y enviado a un matadero donde le colgarán boca abajo y le cortarán la
garganta. Esta explotación eleva enormemente los costes de producción y por
tanto el precio final, por lo que es minoritaria.
Explotación mixta
De este modo se explotan la mayor parte de las terneras de razas
“cárnicas”. Los terneros pueden pasar unas semanas con sus madres en “libertad”
y después se les aísla para ser cebados. En esta modalidad se explota a los
denominados baby-beef. Aunque conocen una vida de condiciones aceptables
durante un tiempo, sufrirán el resto de su vida las mismas calamidades que
padecerían en explotación intensiva.
Explotación intensiva
Las terneras en explotación intensiva son las hijas e hijos de las vacas
explotadas por la industria lechera. Se las separa de su madre entre 3 y 8 días
después de su nacimiento, provocando un terrible trauma a ambas. Después son
vendidas a criadores profesionales. Son aisladas en diminutos cajones donde se
les inmoviliza y donde recibirán una alimentación artificial pobre en hierro
formada por, leche en polvo, vitaminas, minerales, azúcar, antibióticos y
fármacos para el crecimiento (2). Estas medidas van encaminadas a conseguir una
carne blanca y blanda, (gracias a la anemia y al atrofiamiento muscular por
falta de movimiento), y a una búsqueda de optimización de los costes de
alimentación del ternero (pues al no moverse no quema calorías y engorda más
deprisa). En esta situación, que durará varios meses (según considere oportuno
el ganadero para su beneficio económico), el ternero padece graves problemas
psíquicos y físicos. Podemos imaginarlo con facilidad, son solo bebés apartados
de su madre que viven una corta vida de penurias aislados y sin apenas poder
moverse, cuando en libertad corretean, se tumban cómodamente en la hierba, se
relacionan con su madre, juegan con otros terneros y hacen todo aquello que les
hace felices.
Explotadas por su leche
Las empresas que explotan vacas por su leche obtienen su beneficio
económico robándoles a sus hijos y toda o la mayor parte de la leche que
producen para ellos. Una pequeña minoría de la leche que llega al mercado
proviene de vacas en explotación extensiva. A pesar de que las vacas estén en
prados u otros espacios al aire libre, sufren el trauma de la separación de sus
hijos, los cuales son enviados al matadero o a un criadero de terneras. Esto
ocurre siempre, salvo si se quiere destinar a la hija de una vaca a ser
explotada por su leche en un futuro o al hijo a semental. Y si ocurre, es debido
a que las granjas son empresas y el motivo de su existencia es el beneficio
económico y no los intereses de los animales. No nos engañemos, si a alguien le
importan realmente los intereses de los animales, no monta un lugar donde
explotarles. Por otro lado, a estas vacas les ocurre lo mismo que a cualquier
animal explotado de forma extensiva o ecológica: cuando la rentabilidad de su
explotación baje, ya sea por enfermedad o por edad, serán metidas en un camión
y enviadas al matadero, viviendo la traumática experiencia que supone.
La mayoría de la leche
consumida es de origen intensivo. Las vacas viven casi permanentemente en
cubículos individuales con suelo de cemento que les provoca dolor al no estar
anatómicamente preparadas para ello. Son inseminadas una vez al año durante
cuatro años, fecha tras la cual su producción de leche desciende y son enviadas
al matadero. Mediante la manipulación genética, la selección y las mejoras en
las técnicas de explotación, las vacas pueden llegar a producir hasta 45 litros
de leche al día, 10 veces más que su capacidad normal. Así, la vida de la
mayoría de las vacas destinadas a la explotación lechera consiste en un
infierno de 6 años en el que las separan de sus bebés en unas cuatro ocasiones,
en el que les roban miles de litros de leche, sufren dolor el las ubres y en
las articulaciones, son aisladas, se las impide relacionarse con otros miembros
de su especie y finalmente son introducidas en un camión y asesinadas en un
matadero.
FUENTES
Agroinformación.net- Producción de ternera lechal
Regan, Tom. Jaulas vacías. 2006.
Agroinformación.net- Producción de ternera lechal
Regan, Tom. Jaulas vacías. 2006.