La esclavitud de la mente: El
control mental en sus dimensiones psicológica y fisiológica
Friends,
Enjoy
the following lecture of Jutta Schmitt, held a few days ago at the University
of The Andes, Mérida, Venezuela, concerning coming dangers for Latin America
and Venezuela.
Saludos,
Franz<.
Saludos,
Franz<.
Centro
de Estudios de África, Asia y Diásporas Latinoamericanas y Caribeñas
“José
Manuel Briceño Monzillo”
Congreso
Nacional 1854-2004: 150 años de la Abolición de la Esclavitud en Venezuela.
¿Pasado y Presente de una misma Realidad?
<>Eje
Temático: Viejas y nuevas formas de esclavitud que se practican en el mundo de
hoy. Los esclavos“ocultos a plena vista” del Siglo XXI.
Ponencia:
La esclavitud de la mente: El control mental en sus
dimensiones psicológica y fisiológica.
Ponente:
Jutta Schmitt M.A
_________________
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“La
esencia de la coerción psicológica consiste en que aquellos que actúan bajo su
efecto tienen la impresión de que están actuando por iniciativa propia. La
víctima de la manipulación mental no sabe que es víctima. Las rejas de su
prisión le son invisibles, y cree que es libre. El hecho de que no es libre,
sólo es aparente para los demás. Su esclavitud es estrictamente objetiva.”
Aldous
Huxley, 1958.
„Podemos imaginarnos el desarrollo de
fuentes de energía electromagnética, cuya potencia la podemos modular, formar y
dirigir, además de acoplarla al cuerpo humano de una manera que nos permite la
inhibición del movimiento muscular voluntario, el control de emociones y actos,
la inducción de sueño, la transmisión de sugestiones, la interferencia con la
memoria retentiva de corto y largo plazo, la producción de esquemas de
experiencia artificiales y la erradicación de los esquemas de experiencia
existentes.“
Panel
de Consejeros Científicos de la Fuerza Aérea Estadounidense, 1996.
Introducción
La
historia, entendida como proceso histórico de trabajo o sistema de producción y
reproducción humana, ha girado a lo largo de los milenios alrededor de la
apropiación ajena de lo que fueron y son los frutos y el esfuerzo físico del
trabajo de los demás. Este hecho, radicado en la propia división del trabajo y
en la sociedad de clase, ha permanecido a través de las diferentes etapas
históricas o modos de producción bajo formas variadas pero de una misma
esencia, que es la sumisión de una parte de la sociedad en condición de clase
explotada bajo la otra, dominante.
Aquella
persona o clase social, cuyas herramientas para producir y reproducir su vida,
cuya fuerza y producto de trabajo, y cuya actividad vital misma están sumisos
bajo la determinación y apropiación por otro u otra clase, puede considerarse
estar en condición de esclavo. Desde el “esclavo clásico”, propiedad
físico-directa del amo, el siervo atado a la gleba, propiedad indirecta del
terrateniente, hasta el esclavo asalariado o trabajador moderno, posesión
indirecta del propietario de los medios de producción modernos, su
característica común es ser una herramienta explotable, desechable y
sustituible una vez agotada su vida productiva.
A
lo largo del proceso de trabajo y en cada etapa de su desenvolvimiento, las
respectivas clases dominantes se han visto en la necesidad de encontrar la
manera más eficiente para racionalizar, justificar y legalizar las diferentes
formas de esclavitud objetiva bajo la cual se han encontrado sumisos las clases
explotadas, y sobre todo de obtener el “consenso” de estas últimas para que
aceptasen su condición social dependiente y sumisa, bien sea por
desconocimiento e ignorancia, bien sea por la interiorización psicológica y la
subsiguiente afirmación mental-subjetiva de su realidad objetiva.
Aparte
de la propia dinámica del proceso de trabajo, que lo ha llevado a engendrar
nuevas formas de esclavitud con cada nuevo modo de producción, y nuevos
mecanismos de adaptación social cada vez más refinados, el factor decisivo para
la perpetuación de un sistema basado en la esclavitud objetiva, ha sido y sigue
siendo el acondicionamiento subjetivo, es decir el control mental. Nada más
eficaz para el sistema de trabajo en lo que concierne su conservación y
perpetuación, que su auto-reproducción en la psiquis y la mente de quienes lo
sustentan con su fuerza de trabajo y “el sudor de sus frentes”, es decir, con
la energía de sus propias vidas. En este sentido, los trabajadores-consumidores
modernos, determinados en su vida productiva por los dictámenes del mercado
laboral y el sometimiento bajo largas jornadas de trabajo diario, movidos en su
vida recreativa por los dictámenes del consumismo, y así conducidos en la
totalidad de sus vidas por una especie de “control remoto” y lejos de reconocer
y romper su determinación ajena, constituyen, sin duda y “ocultos a plena
vista”, los nuevos esclavos del Siglo XXI.
Parece
que la esclavización de la mente y por ende del comportamiento del ser humano
en el recién comenzado siglo XXI ya ha alcanzado niveles irreversibles, a causa
del control mental que actúa constantemente y sin misericordia sobre sus
víctimas para evitar que éstos se rebelen contra un orden social
intrínsecamente inhumano y explotador. En lo siguiente abordaremos los dos aspectos
del control mental, constituido, en analogía a los dos lados de la actividad
cerebral humana, por un componente psicológico y uno fisiológico. El aspecto
psicológico-mental tiene que ver con la interiorización - a menudos conflictiva
- de la explotación, opresión y discriminación del orden social
existente, y la afirmación de sus tradiciones, normas y valores, es decir, su
ideología. El aspecto fisiológico-mental tiene que ver con la manipulación
tecnológica de las mentes de todos aquellos, que no han logrado adaptarse
psicológicamente al actual orden social dominante, y quienes niegan y rechazan
la esclavitud en todas sus formas. Con la entrada a la denominada era de las
frecuencias, se ha posibilitado la manipulación directa de los procesos
cerebrales en base de la tecnología electromagnética y el uso del pleno
espectro de las frecuencias para tal fin.
Este
último aspecto resulta particularmente preocupante ya que salta a la vista, que
el grado avanzado de explotación - y sobre todo la destrucción del ya obsoleto
trabajo manual-físico a través de la miseria, del hambre y de las nuevas
guerras desatadas a escala planetaria - , exige un mayor y cada vez más directo
grado de control mental, para evitar la formación de una conciencia y
resistencia global revolucionaria-emancipatoria, que contrarrestaría el actual
curso de destrucción total, y acabaría con todas formas de esclavitud y con la
explotación económica, opresión política, discriminación social y alienación
humana.
1.
El aspecto psicológico del control mental
Llama
la atención, que la abrumadora mayoría de aquellos, que integran las filas de
quienes están obligados a vender su fuerza de trabajo y cuya existencia está
precisamente enmarcada dentro de la determinación ajena o esclavitud objetiva,
son los mismos que más decididamente defienden al sistema explotador y opresor
del cual son víctima. Han plenamente interiorizado su condición dependiente, es
decir, afirman que su entorno económico, financiero, jurídico, político, social
y moral esté dominado por una cada vez más reducida clase social, propietaria
de los medios de producción, destrucción y comunicación, y escondida detrás de
un “intermediario anónimo”, que es el mercado.
La
interiorización de la esclavitud objetiva y su reproducción constante en la
psiquis de sus integrantes con incidencia correspondiente en su comportamiento,
es condicio sine qua non para su continuidad y funcionamiento sin obstáculos.
Especialmente en tiempo de crisis o declive como el que estamos viviendo
actualmente, donde las consecuencias de la competencia feroz, la brutal
reducción de puestos de trabajo, los cortes en gastos sociales, y el costo
humano y financiero del militarismo lo llevan en sus hombros los esclavos
asalariados y el ejército de reserva de trabajadores a escala mundial, el
sistema depende cada vez más de un exitoso acondicionamiento mental, para que
sus integrantes piensen, actúen, sienten, crean y respondan de manera
confirmatoria, más nunca crítico-negativa ante los abismos del mismo.
Entre
los mecanismos propiamente psicológicos, mediante los cuales se efectúa el
drenaje de lo que resta de la energía vital de los esclavos asalariados, y su
conversión en reacciones inofensivas para el sistema, figuran la transformación
de su aburrimiento y frustración de la vida en agresión, que es
convenientemente canalizada hacia el apoyo incondicional del militarismo y
fascismo; un ejemplo de lo cual lo vemos actualmente en la actitud afirmativa
de casi la mitad de la población estadounidense respecto a las atrocidades
cometidas por las tropas norteamericanas en Irak. Otro mecanismo de adaptación
psicológica lo constituye la desviación de cualquier inconformismo hacia
esquemas de consumo, sobre todo en las “sociedades opulentas”, o hacia el
reforzamiento de valores religiosos, que retro-alimentan la esclavitud objetiva
por fomentar caracteres adaptados, sumisos, devotos y creyentes ante las
autoridades superiores y el orden social y económico existente. Si bien y en
cierto grado fomentado por factores externos, estos mecanismos psicológicos de
desviación son, en gran parte, producto de la propia incapacidad de aquellos,
que forman los integrantes de la esclavitud objetiva, de ser libres. Su miedo a
la libertad[1] es, además, cuidadosamente cultivado por la educación, las
tradiciones, normas y valores vigentes, y hoy más que nunca fomentado por el
acondicionamiento mental de los grandes medios de comunicación de alcance
global, que proporcionan una percepción selectiva de la realidad, bien
estudiada desde el punto de vista del impacto psicológico que intenta causar en
sus lectores.
La
manipulación constante de las mentes de miles de millones de personas,
expuestas a un sinfín de noticias, impresiones, realidades y ficciones por la
televisión, la prensa, la radio y el cine - todos convergentes en un sólo
aparato de propaganda, que se ha dado a la tarea de sistemáticamente borrar los
límites entre la realidad real y la realidad virtual -, [2] dificulta en
extremo cualquier esfuerzo de pensar y actuar autónomamente, y actúa en función
de la total e irreversible homogeneidad mental de la audiencia.
Entre
los métodos de semejante acondicionamiento mental destaca el fraccionamiento
del pensar, efectuado mediante la sobrecarga de “información” y el bombardeo de
“noticias” durante las 24 horas del día, aparentemente no relacionadas entre
sí, pero todas portadoras del mismo mensaje sublime. Al convertir la
“información” en un bien de consumo masivo y efímero, se logra la destrucción
de las facultades de memorizar y contextualizar y por ende la capacidad de
razonamiento y formación de juicio propio. La audiencia – en su vasta mayoría
esclavos asalariados, dependientes de la venta de su fuerza de trabajo y
sometidos al yugo de la explotación -, por no tener ni tiempo ni energía para
críticamente reflexionar sobre las “noticias” consumidas diariamente, se
convierte en mero receptor y reflector de la “información” recibida, tragando
sin reserva sus mensajes subyacentes y sometiéndose de tal forma al
acondicionamiento mental, es decir, recibe un estímulo y responde de una manera
calculada por terceros.
Otro
de los métodos del control mental en su dimensión psicológica es el empleo bien
calculado del miedo en combinación con el fomento de la ignorancia, en una
fórmula, que intenta sembrar el caos para poder cosechar la reacción del
sentimiento de pánico e inseguridad de la población, ofreciendo “soluciones”
prefabricadas a la medida de la élite gobernante y agradecidamente aceptadas
por los gobernados, aún cuando contengan medidas abiertas de represión y
restricción.[3] El control mental de la población en general, en casi todas
partes del mundo y afectando a billones de seres humanos, trabajadores y
consumidores que conforman el universo de esclavos ocultos a plena vista, se ha
ido perfeccionando en la medida que sus víctimas tienen la convicción de pensar
y actuar a propia cuenta, sin enterarse jamás de sus cadenas de esclavitud
objetiva y subjetiva.
Sin
embargo, hay quienes escapan el control y la manipulación psicológica, por lo
que el asunto clave para los que controlan no es, a cuantas millones de
personas se les pueda manipular la mente con éxito, sino a cuantas personas
efectivamente no se les puede manipular la mente, y cuáles son los métodos
alternativos para controlarlos.
2.
El aspecto fisiológico del control mental
Por
lo general, se tiende a relacionar el aspecto fisiológico de la manipulación
mental con las enfermedades psíquicas y su tratamiento con psicofármacos, que
alteran la estructura química del cerebro y pueden cambiar el estado de ánimo.
Aún cuando esto es una contundente realidad que afecta a una gran parte de la
población sobre todo en los EE.UU. y Europa, donde millones de personas sufren
depresiones y están bajo tratamiento con psicofármacos, es decir, manipulación
mental prescrita,[4] queremos dirigir la atención a otro tipo de control mental
que se efectúa en base y a través de ondas electromagnéticas.
El
que la humanidad se encuentre, desde el punto de vista de las ciencias, en
plena transición de la era de la materia hacia la era de las frecuencias,
gracias a los vertiginosos avances tecnológicos, no sólo significa que hemos
entrado a la era de la „información“ y comunicación instantánea global, sino y
también que la tecnología moderna ha empezado a hacer uso del hecho, de que el
cuerpo y cerebro humano pueden responder a ondas electromagnéticas y
radioeléctricas provenientes de su entorno, y entrar en resonancia con seres
vivos, con la tierra, y con aparatos y sistemas tecnológicos.
Ya
al comienzo del siglo pasado, el científico de origen croata, Nikola Tesla,
descubrió que la tierra posee una frecuencia electromagnética propia, hecho
reconfirmado en los años 1950 por el científico alemán, W.O. Schuhmann.
Schuhmann determinó, que la ionosfera -la capa exterior de la envoltura
gasiforme que rodea la tierra - , y la superficie de la tierra forman un
condensador esférico natural, es decir, un medio natural de almacenamiento de
carga eléctrica, con una frecuencia propia en el rango debajo de los 10
hertzios. La particularidad de esta frecuencia de resonancia terrestre o
Frecuencia Schuhmann es, que constituye al mismo tiempo una frecuencia de
resonancia del cerebro humano.[5]
Si
se miden las corrientes eléctricas del cerebro humano se puede constatar, que
éste emite ondas electromagnéticas de una frecuencia entre 1 y 40 hertzios. La
ciencia divide el espectro de frecuencias electromagnéticas del cerebro humano
en cuatro ámbitos, que llevan relación con diferentes estados de conciencia:
Las ondas delta (1-3 hertzios), correspondientes al sueño profundo y los
estados de coma; las ondas theta (4-7 hertzios), correspondientes al sueño
normal; las ondas alpha (8-12 hertzios) correspondientes al estado
despierto-relajado; y las ondas beta (13-40 hertzios) correspondientes al
estado plenamente despierto.[6]
Por
medio de la mencionada frecuencia de resonancia terrestre o Frecuencia
Schuhmann, cada cerebro humano se encuentra en una relación de resonancia a la
tierra, por coincidir las frecuencias fundamentales del cerebro humano con las
de la tierra. Este hecho posibilita la manipulación de los cerebros humanos a
gran escala a través de la modulación o manipulación técnica de las ondas
Schuhmann, tecnología ya existente y operable en forma de las instalaciones
HAARP en Gakona, Alaska.[7]
Ahora
bien, en la medida en que los mecanismos psicológicos de adaptación y la
manipulación mental psicológica-convencional podrían resultar insuficientes
para el control mental de la población en general, y específicamente frente a
la cada vez más abierta brutalidad del sistema de trabajo basado en la
esclavitud objetiva, que alcanza niveles alarmantes de destrucción y
devastación tanto de la sociedad como de la naturaleza, se hacen indispensables
nuevas formas de control y esclavitud mental. Más que 25 años atrás y de manera
verdaderamente visionaria, el anterior consejero de seguridad nacional del
ex-presidente Jimmy Carter, Zbigniew Brzezinski, entonces profesor en la
Columbia University, escribió:
“Los
estrategas políticos se ven en la tentación de aprovechar las investigaciones
científicas sobre el cerebro y el comportamiento humano. El experto en
geofísica, Gordon J.F. MacDonald – un especialista en problemas de estrategia
de guerra - dice, que la inducción artificial de impulsos eléctricos, suministrados
en intervalos de tiempo minuciosamente calculados, podría causar un esquema de
oscilaciones de ondas electromagnéticas con elevados niveles de carga eléctrica
encima de determinadas regiones de la tierra. De esta manera podría pensarse en
el desarrollo de un sistema que podría inhibir considerablemente la actividad
cerebral de poblaciones extensas en regiones seleccionadas, por un período de
tiempo extendido. … No importa, cuán profundamente preocupante les parezca, a
algunos, el pensar en utilizar el medio ambiente para manipular el
comportamiento humano en pro de nuestras ventajas nacionales; lo cierto es que
la tecnología que nos permite tal uso se desarrollará, muy probablemente,
dentro de unas pocas décadas.” [8]
Efectivamente
y tal como lo predijo Brzezinski, la tecnología para la manipulación y ruptura
de los procesos mentales del cerebro humano a gran escala, ha sido operable
desde 1991, con la realización del antes mencionado proyecto HAARP, un
experimento conjunto del Instituto Geofísico de Alaska con la Fuerza Aérea y la
Marina Estadounidense, en asociación de intereses de corporaciones privadas que
se desempeñan en el área de tecnología de defensa, inteligencia y tecnología
espacial.[9]
Ya
en los años setenta del siglo pasado, Brzezinski anticipó y visualizó una
sociedad Orwelliana, rígidamente controlada y dirigida, vinculada con las
posibilidades de supervisión y control como las brindan las nuevas tecnologías,
en aquél entonces a penas emergentes. Esta sociedad sería dominada por una
pequeña clase social o „élite tecnológica“, descrita por Brzezinski en las
palabras siguientes:
“Más
allá de las restricciones impuestas por los tradicionales valores liberales,
ésta élite no hesitaría de realizar sus objetivos políticos por medio del uso
de las técnicas más novedosas para manipular el comportamiento público,
manteniendo la sociedad bajo estricta supervisión y control. La dinámica
tecnológica y científica se alimentaría a su vez de ésta situación provechosa.”
[10]
Hoy,
treinta años más tarde, esta élite tecnológica, sobre todo concentrada en
EE.UU. y Europa, tiene todo un arsenal de tecnologías de supervisión y
vigilancia, control y manipulación a su alcance, que incluye armas y
tecnologías electromagnéticas, de radiofrecuencia, acústicos, ópticos y de
microondas, que están destinados a causar interrupción y ruptura en el ámbito
de sistemas de comunicación, y desorientación sensorial o incapacitación mental
en el ámbito personal y control de masas. Lo preocupante de las tecnologías
electromagnéticas es, que pueden cubrir un área grande con un sólo sistema y
que constituyen armas silenciosas de difícil detección.
3.
Posibilidades tecnológicas de la manipulación mental y corporal
Entre
las posibilidades de la manipulación mental-fisiológica, figuran el sonido
(infrasonido, ultrasonido), la luz (luz visible, luz infrarroja, luz
ultravioleta), los campos magnéticos (campos parejos, campos intermitentes),
los campos eléctricos intermitentes de baja frecuencia, los campos eléctricos
intermitentes de alta frecuencia, la radiación con rayos X, y con rayos
radioactivos.[11]
El
cerebro humano reacciona al infrasonido[12] de una frecuencia entre 7 y 8
hertzios con la emisión de las anteriormente mencionadas ondas alpha,
equivalentes al sueño ligero o estado relajado-meditativo. Cuando el cerebro es
artificialmente estimulado con esta frecuencia, se le inhibe el pensar
consciente, y se le imposibilita el ejercicio mental más rudimentario como por
ejemplo la solución de una tarea matemática simple. En otro rango de
frecuencias bajo 20 hertzios, el infrasonido estimula oscilaciones fuertes de
los órganos internos y sus vasos sanguíneos, como el corazón, los pulmones y el
estómago, y puede llevar a la muerte por desangramiento interno, por la ruptura
de los vasos sanguíneos.[13]
El
estar expuesto al ultrasonido[14] causa estados de angustia, nausea, dolor de
cabeza, contracción muscular y silbido de los oídos. Relámpagos de luz emitidos
en el espectro de las frecuencias de las ondas cerebrales, pueden inhibir la
actividad cerebral consciente, y emitidos en intervalos rápidos, pueden causar
ataques epilépticos. En un experimento realizado por científicos
norteamericanos con 100 personas de pruebas, la combinación de ultrasonido con
impulsos infrarrojos de una frecuencia de 15 hertzios causó silbido de los
oídos o pérdida de audición y visión en 70 personas, vómito en 25 personas, y
ataques epilépticos en 5 personas.[15]
Se
distinguen dos tipos de efectos en cuanto a la manipulación físico-mental por
medio de exposición a campos electromagnéticos de alta frecuencia, como las
microondas, que poseen una frecuencia de 1 giga hertzio y más. Según las
variaciones en su intensidad, las microondas pueden tener diferentes efectos
biológicos. Microondas de alta intensidad causan el efecto térmico, que
destruye las células vivas. Microondas de intensidad media, causan el efecto
no-térmico, que perturba la comunicación intercelular y neuronal; el estar
expuesto a las microondas de intensidad comparablemente baja por larga
duración, causa “electro-estrés”, es decir, propensión a enfermedades
inmunológicas y cancerígenas. Entre los efectos no-térmicos de las microondas
figuran, concretamente, la alteración del ritmo cardíaco, cansancio rápido,
perturbación del sueño nocturno, sudoración elevada, sensación de vértigo,
nerviosidad extrema, hormigueo en brazos y piernas, perturbaciones generales
del sistema nervioso vegetativo y de la función de los nervios cerebrales. La
formación de ondas estacionarias dentro del cráneo a causa de determinadas
frecuencias de resonancia, puede llevar a la parálisis temporal del movimiento
corporal. [16]
La
irradiación con campos electromagnéticos intermitentes de alta frecuencia,
puede causar perturbaciones en la coordinación general de los procesos de
movimiento y de los sentidos, que afectan la percepción de la temperatura, la
visión, el sentido del tacto y la coordinación general del cuerpo, efectos como
los registrados en personas en estado de ebriedad. Las ondas electromagnéticas
de alta frecuencia inciden negativamente en la comunicación de las
neuronas.[17] La irradiación con energía electromagnética radio frecuente de
baja intensidad incide en los sistemas químicos del cerebro y reduce el
comportamiento agresivo.[18]
Si
bien los ejemplos dados oscilan entre chocantes y fantásticos, y más aún la
imaginación de que existan tecnologías que efectivamente emplean ondas
electromagnéticas de diferente índole y frecuencia para la manipulación e
incapacitación mental y/o corporal, la existencia y el desarrollo científico de
las mismas es bien conocida bajo el término eufemístico armas no-letales. Con
este término se denominan “armas que pueden incapacitar, someter o alterar el
comportamiento de personas sin matarlas”, aún cuando sí pueden ser letales y
causar daño y minusvalía permanente.[19]
4.
Aplicación de la tecnología de manipulación mental / corporal
Ya
en el año 1992, en un artículo de un diario alemán, se ha podido leer lo
siguiente sobre el desarrollo tecnológico de armas no-letales de índole
electromagnético:
„Las
Fuerzas Armadas Estadounidenses están desarrollando una pistola de microondas,
que causa severos trastornos físicos y paro cardíaco. La pistola de
microondas no es ningún invento de la ciencia ficción. Investigadores
americanos piensan, que este tipo de arma puede ser empleada sobre todo en
“conflictos de baja intensidad”, es decir, en guerras civiles y guerras de
guerrillas. ... Forma parte de las llamadas armas no-letales, objeto de
investigación militar desde hace años atrás. ... El arma podría causar
trastornos físicos, psíquicos, perturbaciones sensoriales, desmayo,
perturbación visual, nausea y otros males. De aplicarse en dispersión amplia,
grandes grupos de personas pueden ser neutralizadas.” [20]
En
su asesoramiento de ciencia y tecnología de armas no-letales del año 2003, el
Naval Studies Board observa lo siguiente:
Las
armas no-letales „ ... operan en tres ámbitos: Primero, en el de los objetivos
anti personales, que incluye el control de masas, el incapacitar a individuos,
(y) la denegación de acceso a determinadas áreas ...; segundo, en el de los
objetivos anti-materiales, que incluye la denegación de acceso a determinadas
áreas a vehículos, naves o aviones; ... y tercero, en el de los objetivos de
incapacitar al adversario, que incluye la neutralización de instalaciones y
sistemas ... (bélicos). Las tecnologías de armamento no-letal cubren un amplio
espectro, inclusive las áreas relacionadas al desarrollo de sistemas acústicos,
químicos, comunicacionales, electromagnéticos y eléctricos, mecánicos (de
enredamiento), tecnologías de información, aparatos ópticos, proyectiles y
municiones no-penetrantes y muchos otros. El empleo de las armas no-letales en
conjunto combinado con la guerra psicológica, la guerra de información y/o
guerra electrónica, podría resultar especialmente efectivo.“ [21]
Lo
que se presenta como un conjunto de medidas y sistemas tecnológicos para el
empleo militar en situaciones de combate de guerra, específicamente la
manipulación e incapacitación temporal o permanente de la mente y del
comportamiento humano del adversario con sistemas „no-letales“, está, en
realidad, diseñado y planificado para el uso en el más amplio espectro posible,
inclusive doméstico. Esto quiere decir, que lo que algunos llaman la tecnología
de control político[22] está destinada a ser empleada en contra de la propia
población civil con fines de controlar cualquier tipo de expresión y
manifestación crítica o disidente, cualquier oposición política seria, o una
posible resistencia o desobediencia civil en situaciones domésticas extremas.
Considerada
una tecnología de doble uso con un potencial prometedor, ya en 1994, un
borrador emitido por el director de planificación política del Departamento de
Defensa, Christopher Lamb, propuso la integración de las tecnologías no-letales
de uso militar al ámbito civil, propuesta según la cual las armas no-letales se
llegarían a emplear explícitamente en contra de los adversarios domésticos del
gobierno estadounidense de turno:[23]
"El
término ‚adversario’ lo hemos utilizado en su sentido más amplio, incluyendo a
todos aquellos que no constituyen enemigos declarados, pero quienes están
dedicados a actividades que nosotros queremos frenar. Esta política no excluye
el empleo, legalmente autorizado, de las armas no-letales por parte de
las fuerzas militares estadounidenses en refuerzo de la ley civil.“ [24]
Dos
años más tarde, en 1996, en palabras realmente entusiásticas, el panel de
consejeros de la Fuerza Aérea estadounidense dibujó las posibilidades de terror
y control mental sobre quienquiera sea declarado adversario, bien sea a nivel
doméstico, bien sea a nivel exterior, en las palabras siguientes:
„Podemos
imaginarnos el desarrollo de fuentes de energía electromagnética, cuya potencia
la podemos modular, formar y dirigir, además de acoplarla al cuerpo humano de
una manera que nos permite la inhibición del movimiento muscular voluntario, el
control de emociones y actos, la inducción de sueño, la transmisión de
sugestiones, la interferencia con la memoria retentiva de corto y largo plazo,
la producción de esquemas de experiencia artificiales y la erradicación de los
esquemas de experiencia existentes.“ [25]
En
relación a las aplicaciones específicas de semejante tecnología de intrusión,
que viola una esfera tan exclusivamente privada como lo es el propio cuerpo y
cerebro, el panel visualiza el siguiente escenario concreto:
„Nos
parece igualmente posible crear voces de alta calidad y precisión dentro del
cuerpo humano, lo que amplía las posibilidades de sugestión y control
psicológico oculto. Si un impulso microonda de alto poder en el rango giga
hertzio choca con el cuerpo humano, ocurre una perturbación de temperatura muy
pequeña, asociada con una expansión súbita del tejido levemente calentado. Esta
expansión es lo suficientemente rápido para poder producir una onda acústica.
Si se emplea una corriente intermitente de impulsos, debería ser posible crear
un campo acústico interno en el rango entre los 5 y 15 kilo hertzios, que es
audible. Por ende, podría ser perfectamente posible de „hablarles“ a nuestros
adversarios selectos de una manera que sería muy perturbador para ellos.“ [26]
Conclusión
Aunado
a los mecanismos psicológicos de adaptación social y los métodos convencionales
de manipulación mental psicológica, que actúan a favor de la perpetuación de la
esclavitud objetiva y subjetiva de la vasta mayoría de la población mundial que
vende su fuerza de trabajo para subsistir, las nuevas tecnologías
electromagnéticas de intrusión al cuerpo y cerebro humano le añaden una
dimensión aterradora a la esclavización de la mente.
Frente
a las tecnologías de control mental, especialmente para todos aquellos que han
podido escapar hasta cierto grado la manipulación mental generalizada, que han
logrado mantener un mínimo de autonomía en su razonar y actuar, que han
preservado su actitud crítica y su sentido de rebeldía y negación en relación a
un sistema violador de la dignidad e integridad humana, el concepto libertad –
opuesto a el de la esclavitud – adquiere un significado nunca antes imaginado.
Pensar
o „ser pensado“, actuar o „ser actuado“, vivir o „ser vivido“ – esto es la
cuestión.
[1]
Uno de los exponentes del Freudomarxismo, Erich Fromm, en su conocida obra
Miedo a la Libertad, distingue tres principales mecanismos de evasión de índole
psicológico, que impiden que el individuo moderno reconozca y rompa las cadenas
de su esclavitud objetiva, esto es, el autoritarismo, la destructividad y la
conformidad automática, que actúan en función de evadir una vida en libertad
positiva, activa, responsable y autodeterminada, tan urgentemente requerida
para poder construir una sociedad verdaderamente humana y emancipada.
[2]
Dos ejemplos actuales son la ya notoria (y continua) manipulación mediática en
torno a los acontecimientos políticos de la historia reciente Venezolana, y los
„reportajes“ de los grandes medios de comunicación global sobre la continua
guerra estadounidense en Irak, específicamente el genocidio cometido contra la
población de Fallujah, que es ocultado detrás de la mentira del combate del
„terrorismo islamista-extremista“ y presentado en pantalla al estilo
video-juego o „televisión real“ (reality TV).
[3]
El ejemplo más destacado es el 11de Septiembre de 2001 o „evento catalizador“
tan urgentemente requerido por el nefasto gobierno estadounidense en
concordancia con las élites propietarias de las grandes corporaciones, para
llevar a cabo sus planes militaristas de dominación mundial, tal como minuciosamente
elaborado por el Proyecto para un nuevo Siglo Americano. (Véase Jutta Schmitt,
El “Proyecto para un Nuevo Siglo Americano” y sus Incidencias en América
Latina, http://www.franz-lee.org/files/pnac.htm; revisado
13/11/04.)
[4]
Una cantidad cada vez más grande de escolares en EE.UU. y Europa es sometida,
forzosamente, al tratamiento con psicofármacos a causa de supuestos
„desordenes“ de comportamiento y aprendizaje, o porque „padece“ de „atención deficitaria“
o del „síndrome hiperactivo“, con lo cual la población escolar constituye un
universo de conejillos de india para las compañías farmacéuticas y para los
experimentos de control mental y de comportamiento de la juventud. Sobre los
efectos nefastos de estos experimentos, como lo son los conocidos casos de
matanzas de compañeros de clase y de maestros por alumnos en diferentes
escuelas estadounidenses, véasehttp://www.prozactruth.com/childrenkilling.htm; revisado
15/11/04.
[5]
Véase Jutta Schmitt, El Medio Ambiente como Arma de Destrucción Masiva:
Tecnología de Modificación Ambiental y Guerra Geofísica; pág. 10; http://www.franz-lee.org/files/medio_ambiente.html
; revisado 14.11.04
[6]
Véase http://www.bunkahle.com/Aktuelles/Astromedizin/Tem
pelhof/gamma.htm;revisado 14/11/04
[7]
HAARP; High-Frequency Active Auroral Research Program („Programa activo
de investigación de auroras de alta frecuencia); un „calentador ionosférico“,
que consiste en un gigantesco campo de 180 antenas transmisoras de alto
poder, que envían energía radioeléctrica de alta frecuencia hacia partes
previamente seleccionadas de la ionosfera, la cual la refleja en forma de ondas
electromagnéticas de baja frecuencia que penetran cualquier cosa viva o muerta,
y la superficie terrestre. Véase Jutta Schmitt, El Medio Ambiente como Arma de
Destrucción Masiva, op. cit., págs. 8-10
[8]
Citado en: Nick Begich / J. Manning, HAARP- Vandalism in the Sky?,http://www.whale.to/b/haarp1.html; revisado
14/11/04; traducción propia del inglés.
[9]
Jutta Schmitt, op. cit. pág. 8
[10]
Citado en Nick Begich, op. cit.
[11]
Véase Günther Wahl, Waffentechnische Kuriositäten („Curiosidades en tecnología
de armas“), Journal-Verlag Schwend, Schwäbisch Hall 1990, citado en: http://www.totalitaer.de/waffentechkurio.htm; revisado
14/11/04.
[12]
Sonido con una frecuencia debajo de los 20 hertzios (=20 oscilaciones por
segundo).
[13]
Günther Wahl, op. cit.
[14]
Sonido con una frecuencia superior a los 20 kilo hertzios. Para una breve
descripción de la tecnología acústica de incapacitación temporal, véase: Gary
Eastwood, Perfect Sound from Thin Air, New Scientist, Sept. 7, 1996;http://www.datafilter.com/mc/newScientistAcoustica
lHeterodyning.html; revisado 15/11/04
[15]
Günther Wahl, op. cit.
[16]
ibidem.
[17]
Günther Wahl, op. cit. - Conste de paso, que la ciencia médica presume, que
existe una relación directa entre las nuevas enfermedades que padecen los
habitantes de los países altamente industrializados y la creciente polución
electromagnética, conocida como "electro-smog", que se ha
intensificada a partir de la instalación masiva de redes de telefonía digital
en los años 90. Paralelamente a la acelerada "electrificación" de la
vida, ha aumentado la cantidad de enfermedades de civilización como la anemia,
alergias, depresiones, perturbaciones del ritmo cardíaco, migraña, cansancio crónico,
reumatismo, enfermedades neurológicas, trastornos circulatorios, ataques de
vértigo, debilitamiento del sistema inmunológico, trastornos del ritmo
biológico, y cáncer. Véasehttp://www.t0.or.at/~oliver/e-smog.htm; revisado
14/11/04.
[18]
Allen H.Frey, Jack Spector, Exposure to RF Electromagnetic Energy Decreases
Aggressive Behavior; in: Aggressive Behavior, vol. 12, pp 285- 291; citado en:http://www.totalitaer.de/aggressiveb.htm; revisado
14/11/04.
[19]
Véase http://www.datafilter.com/mc/nonlethalWeapons.html ;
revisado 14/11/04, sitio web que ofrece toda una serie de documentos actuales
que tratan sobre cuestiones tecnologías y jurídicas concernientes a las armas
“no-letales”.
[20]
Heide Platen: "Elektromagnetische Wellen als tödliche Waffe" (Ondas
electromagnéticas como arma letal), TAZ, 14. 04. 1992, citado en:http://www.totalitaer.de/waffentechkurio.htm; revisado
14/11704; traducción propia del alemán.
[21]
An Assessment of Non-Lethal Weapons Science and Technology, Naval Studies Board
(NSB; panel de estudios navales); enhttp://books.nap.edu/books/0309082889/html/R1.html
#pagetop; revisado 14/11/04; traducción propia del inglés.
[22]
Un asesoramiento técnico, realizado 1998 en el marco del Parlamento
Europeo, sobre el alcance y empleo de algunas de estas tecnologías para el
control de la población civil en general, se refiere a éstas explícitamente
como tecnología de control político; véase http://www.europarl.eu.int/stoa/publi/166499/execs
um_es.htm; revisado 15/11/04; documento entero en idioma inglés
disponible en:http://www.seprin.com/informes/stoa-atpc.htm; revisado
15/11/04.
[23]
Véase Nick Begich, New Non-Lethal Weapons May be Used Against U.S. Citizens,
(Nuevas armas no-letales podrían ser utilizadas en contra de ciudadanos estadounidenses);
entrevista con Kenneth Burke, publicado en:http://www.geocities.com/Area51/Shadowlands/6583/p
roject248.html; revisado 14/11/04.
[24]
Véase Department of Defense Directive, Policy for Non-Lethal Weapons, Office of
the Assistant Secretary of Defense, Draft July 21, 1994 ; citado en:http://www.mindcontrolforums.com/haarpbook.htm; revisado
15/11/04.
[25]
New World Vistas: Air and Space Power for the 21st Century; June 1996;
USAF Scientific Advisory Board (SAB). Citado en: Environmentalists against War:
Nonlethal Weapons – Biological Process Control (Ambientalistas contra la
guerra: Armas no-letales – Control de procesos biológicos); http://www.envirosagainstwar.org/edit/index.php?op
=view&itemid=943; revisado 15/11/04; traducción propia del
inglés
[26]
ibidem.