No era Transilvania, en Rumania, sino que fue en Polonia, donde se halló la tumba de 7 esqueletos, cuyos cráneos se encontraban entre las piernas, por lo que los arqueólogos señalaron que se trata de una antigua tumba de vampiros, debido a que mostraban los indicios de la ejecución ritual que se realizaba en la zona, para evitar que los muertos se levantaran de sus tumbas para beber sangre humana.
La evidencia del folclore de europa del este, fue descubierta mientras un grupo de obreros trabajaba en la construcción de una carretera en la ciudad de Gliwice, en el sur de Polonia.
TUMBA DE LOS NO MUERTOS
Los arqueólogos e historiadores que llegaron al lugar para analizar el contenido del sitio funerario se dieron cuenta de que los cuerpos habían sido decapitados y enterrados con la cabeza entre las piernas, lo que era una práctica común en la Edad Media para acabar con los supuestos vampiros.
Otro método que usaban para matar a toda aquella persona sospechosa de ser pariente de un nosferatu, como se conocen a los vampiros en Rumania, era colgarlos de una horca hasta que el cuerpo se pudriese y finalmente se separase de la cabeza
Según las creencias populares, enterrar al supuesto vampiro con la cabeza entre las piernas servía para evitar que se levantara de su tumba y regresara en busca de sangre al mundo de los vivos.
ÉPOCA
Aún no se sabe cuándo fueron enterrados los cuerpos, pues los especialistas indicaron que no estaban acompañados de ninguna clase de posesión terrenal, por lo que ahora tienen la compleja tarea de determinar las fechas en que fallecieron.
“Es muy difícil precisar cuándo se llevaron a cabo estos entierros”, le dijo al periódico polaco Dziennik Zachodni el arqueólogo Jacek Pierzak, quien trabajó en el sitio.
Los restos ya fueron enviados a un laboratorio para ser analizados, pero las estimaciones iniciales apuntan al siglo XVI.
OTROS HALLAZGOS
El hallazgo de las llamadas tumbas de vampiros no es un fenómeno extraño en el este de Europa.
El año pasado, arqueólogos en Bulgaria hallaron dos esqueletos medievales atravesados por el pecho con dos varas de hierro, una costumbre pagana común en algunos pueblos hasta hace un siglo, para impedir que los muertos se convirtiesen en vampiros.
En ese país ya se han encontrado cerca de 100 “tumbas de vampiros”.
Según el arqueólogo Petar Balabanov, quien descubrió en 2004 seis esqueletos con clavos en un sitio en la ciudad de Debelt, en el este de Bulgaria, estos ritos paganos también se practicaban en Serbia y otros países balcánicos.