En el calor de la batalla por el nuevo sistema financiero, ¿se puede saber qué está pasando?-13-07-2015
Sé que muchos, en estos días, no entendéis nada de lo que está pasando.
Y
los que estáis más confusos sois, precisamente, los que estáis
siguiendo al minuto las declaraciones de los políticos griegos y de la
troika, intentando encontrar una lógica; quién está ganando en esta
batalla.
Y
no podéis entender quién gana por la sencilla razón de que estamos en
el fragor de la batalla: ¿recuerdas cuando se enfrentaban dos ejércitos
de espadas a campo abierto en la época medieval (tipo Braveheart)?
Sabes perfectamente que durante unas horas hay espadazos a diestro y
siniestro y sólo pasado el fragor combativo, cuando uno de los dos
ejércitos se retira, se sabe de verdad quien ha ganado.
Bueno,
pues ahora estamos viviendo ese momento en la lucha entre el dólar
sionista y el patrón-oro del BRICS, en el que el campo de batalla es…
Grecia.
Los
griegos son una de las tribus escocesas que están perdiendo
-aparentemente- la batalla a manos de los sionistas… pero en realidad
sólo eran un señuelo para desencadenar las hostilidades y que, mientras
tanto, las “otras tribus” del BRICS acorralen a los “ingleses” y les
derroten. Si no recuerdo mal, en la batalla final de Braveheart pasa
algo parecido.
El
señuelo (Grecia) tenía por objetivo quitar la benéfica máscara a la
Unión Europea y desenmascararlo como un proyecto del Mal, y lo ha
conseguido. La aparente humillación griega al aceptar las condiciones de
la Troika (a cambio de que no les echen del euro, cosa que prohíbe el
Tratado de Lisboa) y conocer que LES EXIGEN DAR A CAMBIO BIENES PÚBLICOS POR VALOR DE 50.000 MILLONES ¡A UN FONDO DE LUXEMBURGO!
¡El
paraíso fiscal de las multinacionales! Es decir, el vil chantaje de los
piratas de toda la vida que denunciaba en la entrevista sobre la estafa
del dinero que me hicieron hace un año.
Hasta un liberal como Paul Krugman o el Washington Post se
han dado cuenta de que esta humillación es el final de la Unión
Europea, porque este proyecto nació (recuérdalo) con un propósito loable
como unir a los pueblos europeos en la prosperidad. Una vez que se
levanta ese velo, ya no hay proyecto, ya no hay chip ni eliminación del
dinero físico.
Así pues, la derrota de los griegos es su victoria y la victoria de los sionistas es su derrota.
Lo
importante, lo verdaderamente importante, es que al calor de la batalla
los políticos griegos (particulamente Varoufakis) han quitado el
disfraz de cordero al lobo y han dicho lo obvio: que este proyecto
europeo es de los banqueros y para los banqueros, no para los
ciudadanos.
Mientras
el proyecto del New World Order se quita la careta, el BRICS observa el
conflicto con paciencia, reuniendo sus “ejércitos” basados en oro,
preparados para ejercer de salvadores; la pregunta es cuándo actuarán,
obviamente.
Mi
opinión personalísima (como digo, en el fragor de la batalla es difícil
conocer el timing de los acontecimientos) es que echarán un cable a los
griegos pero cuando de verdad actuarán será para salvar al euro en su
totalidad; es decir, no van a permitir que el euro como moneda
desaparezca porque es importante para la unificación BENÉFICA de la
Humanidad, sino que la absorberán cuando la Opinión Pública europea,
aleccionada por el caso griego, rechace al Banco Central Europeo, la
Troika y el Eurogrupo. Cuando los europeos lo pidamos, vaya.
De
momento, en Austria, Italia, Francia, Portugal y Finlandia ya se han
levantado importantes voces exigiendo la salida del euro.
En
una noticia no confirmada que he leído por ahí, Putin podría haber
invitado al líder español de Podemos, Pablo Iglesias, a Moscú. Veremos…
En
este orden de cosas, ¿qué es lo que realmente está pasando? ¿Cómo se
explica esta locura? ¿qué fuerza comanda los acontecimientos?
Estamos
asistiendo a un verdadero cambio de valores, desde el relativismo
postmoderno a la vuelta a los valores humanos, en la cúspide de todos
ellos está… la Verdad.
Frente
a unos últimos años en los que estaba de moda decir “la verdad no
existe”, por todas partes hoy día se reivindica la Verdad y se desprecia
la manipulación y la Mentira.
Hasta
se lo he oído decir al antisistema catalán David Fernández en estos
días, a cuenta de una desinformación sobre Ada Colau y su sueldo como
alcaldesa de Barcelona (ojo David, que algún día te dirán a ti lo mismo
si manipulas…).
Y
esto es el cambio en realidad porque una vez que se reivindica la
Verdad como valor supremo, nadie puede escapar a ella porque existe una
“cosa” llamada La Red que actúa ya de hecho como fiscal cuando el
sistema judicial no funciona y de hecho es ya la conciencia colectiva en
acción. Fijaos en lo que está sucediendo en Europa, Méjico o cualquier
otro país.
Dirá alguno: “sí, lo sabemos pero no pasa nada: los malos siguen gobernando”.
La cosa lleva un tiempo; el cambio de valores actúa con aparente lentitud pero una vez instalado es prácticamente irremovible.
En
España ya tenemos la reciente experiencia de cómo la Verdad se abre
paso y derroca gobiernos, pero ¡ojo! esa misma Verdad derrocará a los
Podemos o Ciudadanos si no actúan de acuerdo a ella. Porque, de hecho,
es ya el Valor (junto con la Unidad), como digo, y la Red sacará los
colores al político que no cumpla.
Tan alto han subido como desaparecerá, y eso bien lo sabe Rosa Díez…
Esto
se vería muy bien con una animación 3-D en la que La Verdad fuera un
antivirus que detectara a los políticos corruptos y los fuera
desactivando, al estilo del “Comecocos” de los años 80, pero al revés;
si en aquel juego el “usuario” se comía puntitos hasta llegar a la
esquina que le otorgaba la capacidad de comerse a los “cocos” y perdía
cuando era acorralado por los monstruitos, aquí los que acorralan son
los paladines de la Verdad.
PD: Después de pensarlo, creo que hay un mensaje oculto en este mítico juego…