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La LUNA no es natural, es una esfera hueca de titanio.
Según las antiguas leyendas, la luna no siempre nos ha acompañado en nuestro viaje por el espacio. Dicen las crónicas tibetanas, que en tiempos antidiluvianos, no había luna en el cielo. Las leyendas eslavas también apuntan en ese sentido y el misterioso Libro de las Revelaciones, indica que la luna fue capturada por la Tierra hace trece mil años. La mitología de los pueblos mediterráneos también daba un carácter mágico a la aparición de este astro en nuestra bóveda celeste. Quizás, todas estas leyendas podrían tener algún trasfondo de realidad, pero es difícil, por no decir imposible, saber cuales son los conocimientos que nuestros antepasados quisieron transmitirnos en esos relatos. En parte, cumplieron su misión, llegaron hasta nosotros aunque, demasiado envueltos de fantasía y simbologías para que las mentes de nuestro tiempo los puedan desglosar. En el siglo XX, algunos científicos retomaron el enigma de la formación de nuestro satélite, sus deducciones contrariaron enormemente a sus colegas que se apresuraron en restarles credibilidad. Pusieron el grito en el cielo y no es de extrañar, esas teorías modernas se acercan peligrosamente a las antiguas leyendas y pueden resultar igual de fantásticas.
A principios de los 60’s, un astrónomo de la NASA, el Dr. Gordon McDonald,
Tras haber estudiado los análisis de los movimientos de la Luna, señaló la posibilidad de que la Luna fuese un cuerpo hueco, puesto que la densidad de su superficie es mucho mayor que la de su interior. En esa misma época, el astrofísico y ufólogo, Dr. Morris Jessup, mayormente conocido por la divulgación del llamado “experimento Filadelfia”, había estado investigando los fenómenos luminosos avistados en la Luna. Sus conclusiones fueron que el satélite debía estar ocupado por seres extraterrestres que habían establecido allí su base.
En Julio de 1970, la revista Sputnik publicaba las sorprendentes teorías de dos científicos soviéticos, que facilitaban la explicación de todas las peculiaridades lunares que habían sido detectadas durante la conquista del satélite. Según Mikhail Vasine y Alexandre Chtcherbakov, ambos de la Academia soviética de ciencias, ¡la Luna estaría hueca!. Pero estos sabios añadían que “La Luna no es un satélite natural de la Tierra, sino un enorme planetoide hueco, construido por alguna civilización altamente desarrollada y tecnológicamente avanzada, habilitado artificialmente en su interior y que habría sido puesto en la órbita terrestre hace miles de años”. Apuntaban que, “Además del carburante que debió servir para el viaje, la cavidad interna de la Luna debe contener también herramientas y accesorios para efectuar reparaciones, instrumentos de navegación, dispositivos de observación y todo tipo de maquinaria”.
En otros términos, la inmensa nave espacial que constituye la Luna, contendría en su interior todo lo necesario para ejercerde “Arca de Noé”, conducida por seres inteligentes en un viaje a través del espacio que duró cientos de miles de años. Quizás, fuese el hogar de una civilización entera de seres originarios de algún planeta en que la vida ya no fuese posible.
Actualmente, la Luna sería o una ciudad muerta que sirve de féretro a la civilización que se halla en el interior, o una cáscara repleta de instrumentos espaciales, que fueron controlados automáticamente, mucho tiempo después de que el satélite fuese abandonado por sus habitantes, en una época difícil de precisar.
Así, la Luna es una esfera rodeada de una fina costra. Probablemente, esta envoltura externa esta formada por dos capas. Una externa que cubre el exterior con un aspecto tosco que sirve para absorber y amortiguar los impactos de los meteoritos y cuyo espesor debe alcanzar los treinta y dos kilómetros. Debajo de esta envoltura exterior, hay probablemente gases que constituyen la atmósfera propicia para mantener la vida y que también podrían ser utilizados para otros menesteres como el cultivo de vegetales. Aún mas abajo deben hallarse zonas habitables en el núcleo de la Luna, con reservas de combustible, maquinas, sistemas y equipamientos para las necesidades de una civilización autónoma. Una estructura hueca semejante dentro de la Luna, sería el motivo de una densidad tres veces menor a la de la Tierra.
“A primera vista, nuestra teoría parece alocada”, escribían Vasine y Chtcherbakov, “pero cuanto más examinamos todas las informaciones y datos recabados por el hombre en la Luna, mas convencidos estamos de que no hay ningún hecho que contradiga nuestra tesis. Ningún científico que estudie el origen del universo ha sido capaz de explicar como se llegó a formar el sistema Tierra-Luna”.
Pero veamos cuáles son los numerosos misterios lunares que encuentran solución racional cuando se les aplica la hipótesis de la nave espacial.
¿Porqué el tamaño de los cráteres es de hasta 150 kilómetros de diámetro pero su profundidad no rebasa nunca los 3 kilómetros?
– Sencillamente porque los meteoritos más grandes son parados por el caparazón blindado.
¿Por qué el fondo de los cráteres lunares no es cóncavo sino convexo?
– Eso se debe al hecho de que la cáscara lunar es redonda.
¿Qué es la “pared derecha”?
– Es el borde de una parte del blindaje que fue levantada por el efecto de un terrible impacto meteórico.
¿Que son los mares y océanos de la Luna?
– Son regiones donde la envuelta protectora ha sido desgarrada y luego rellenada de algún tipo de cemento que al secar ha quedado liso.
¿Porqué esas regiones tienen mas poder gravitatorio?
– Por la mayor cantidad de cemento que pusieron ahí donde se encuentran las piezas reparadas más grandes. Es en esas zonas donde se habrían localizado enormes formaciones que tienen la particularidad de alterar la trayectoria de las sondas en órbita. Algunas rocas traídas de la Luna tienen un alto porcentaje de metales raros que poseen una extraordinaria resistencia al calor y la corrosión. Estos son trozos despegados de la corteza blindada por los impactos.
¿Porqué esa marcada diferencia entre las caras visible y oculta de la Luna?
– Esta extraña dicotomía, podría ser el resultado de una exposición desigual a los asteroides en el curso del periplo que trajo gigantesca nave hasta la periferia terrestre.
Los sabios soviéticos también han encontrado el motivo de:
– El desconcertante magnetismo lunar.
– Las vibraciones sin fin que produce el mínimo impacto sobre el terreno.
– Las emanaciones de gases (que podrían ser escapes o purgas de la atmósfera interior).
-El circulo perfecto que describe la órbita lunar.
No quedó ahí la cosa, a pesar de los detractores de esta teoría, hubo otros científicos que la apoyaron. . El Dr. Mueller de la NASA, en una conferencia que tuvo lugar en Sydney (Australia), declaró que “solo basándose en ellas, es posible explicar las reverberaciones causadas por la colisión del Apolo 12 y luego del tercer piso del cohete Saturno, portador del Apolo 13”.
El Dr. Sean Salomon del MIT, a la vista de los valores del campo gravitatorio (SIC) de la Luna, afirmaba la posibilidad de que fuese un cuerpo hueco. Al igual que el Dr. Carl Sagan, opinaba que ningún satélite natural podría serlo. La revista “Sciences News” publicaba, en noviembre de 1974, un artículo del Dr. Salomon en el que, además de lo ya expuesto, proponía otra brillante teoría: que nuestra misteriosa Luna fuese una esfera hueca de titanio.
Estas teorías inspiraron a muchos autores, dando pie a una extensa bibliografía, pero después de los 70’s, cayeron en el olvido.
Hoy día, solo unos pocos ufólogos siguen alentando esta hipótesis, llevada a ese terreno, la Luna hueca y sus posibilidades, aún darán mucho que hablar.