El fenómeno ovni y la interminable lista de casos reales documentados alrededor del mundo. Hoy en ufopolis vamos a hablar del incidente de Samuel Rodolfo Barreras, ocurrido en la mañana del 27 de Noviembre de 1995 en un área urbana a las afueras de La Havana, Cuba. El señor Barreras era un conocido guardia de seguridad de la zona que se hallaba en aquellos momentos en su garita de vigilancia. Allí estaba él con sus quehaceres hasta que de pronto se dio cuenta de la presencia de una brillante luz aproximándose hacia su posición desde el cielo. “Qué curioso…”, pensó. La curiosidad pronto se convirtió en intriga al observar cómo no solo aquello se estaba acercando al suelo, sino que además es que venía directamente hacia él.
Croquis realizado por el protagonista del evento
Pensando que quizá aquella luz podría ser algún tipo de avión averiado en una maniobra de aterrizaje forzoso, Barreras salió de la garita y se quedó asombrado con los primeros detalles que comenzó a atisbar de aquello que venía. La luz pronto comenzó a mostrarse como un platillo volante, prácticamente de película y flotaba sobre el techo de uno de los edificios cercanos. Se había parado. Algo esperaba. Barreras en aquellos momentos de intriga máxima quiso ir a avisar a sus superiores de aquello… pero no pudo. Estaba completamente paralizado. Ni un músculo podía mover. El objeto comenzó a realizar algunas maniobras complejas de vuelo con el fin de descender al centro de una pequeña plaza del complejo de edificios en donde Barreras estaba. Poco a poco, la nave bajó flotando lentamente casi a cámara lenta, quedándose medio metro por encima del suelo. Aquel vigilante seguía allí asustadísimo ya y en estado de shock. Qué sensación la de no poder moverse. Aquello estaba bien cerquita de él.
Recreación de la espectacular escena de aterrizaje del objeto
El ovni tenía ventanas y Barreras se afanaba en observar si podía ver a alguien en su interior pero no pudo. Solo estaba flotando allí sin hacer más. Ningún signo de maquinaria para aterrizar, ni patas ni anclajes. Un minuto allí viéndolo. Silencio total. Tras ese larguísimo minuto, algo se movió por debajo del objeto. Parecía una abertura o incluso una puerta según el testimonio del testigo. Acababa de surgir, como si la mecánica del objeto fuese fundible o modelable en el momento. La sensación del vigilante fue de pavor. Por aquella puerta apareció un ser humanoide de una estatura de unos 1.80 metros de alto que se movía mecánicamente “como un robot” según Barreras. La entidad caminó desde el objeto hacia él. Se estaba acercando. Iba a por el vigilante.
Croquis realizado a los pocos segundos del encuentro por el protagonista.
Parece que con el subidón de adrenalina del testigo por ver aquello, Barreras pensó en qué hacer y como en aquel momento no tenía ningún arma para hacer frente a aquel ser que venía hacia él, vio claro que romper una ventana y usar un cristal afilado sería una buena defensa contra aquella sombra que se acercaba con decisión. Pero no pudo. Seguía inmóvil. Algo le tenía así. Ellos. De forma extraña, el ser se paró a unos 10 metros de él y decidió cambiar de dirección para inspeccionar otra área. Un suspiro de tranquilidad desde la desconfianza.
Algo más tranquilo pero sin tenerlas todas consigo, Barreras observó cuidadosamente a la entidad. Llevaba una ropa ajustada y oscura que parecía emanar algún tipo de luminosidad. Su cabeza tenía un tamaño inusual, diferente de la de los seres humanos, mucho más grande y alargada y sus ojos oscuros eran gigantescos. El testigo llegó a decir que lo que más le impactó de su visión fue el cruce de miradas con el ser. Sus ojos parecían “el diafragma de una cámara” tal y como los pudo observar desde su posición. La entidad se mantuvo quieta delante de Barreras durante 15 minutos. El uno sin poder moverse. La entidad mirando hacia todos los lados, inquieta. Pero sobre todo le miraba a él. Barreras no sabía ni donde meterse.
Proporciones del disco y el ser en comparación con un ser humano.
Tras ese periodo de tiempo, Barreras observó cómo aquello comenzó a volver sobre sus pasos y tras mirarle una última vez, enfiló el disco y subió a él por la misma abertura por la que había salido. Aquel hueco se cerró inmediatamente después de su entrada y algunos segundos después, la parte baja del objeto comenzó a elevarse gracias a algún tipo de turbinas o luces que Barreras expone como “luminosas y con un sonido que le recordaba al zumbido de las abejas, pero mucho más potente”.
El objeto parecía tener diferentes luces en el anillo exterior
Allí parado aún, Barreras comenzó a observar el lento ascenso del objeto con un serie de luces fluorescentes de color azul que parecían salir de aquello y que iban ganando en intensidad a medida que ascendía. Una vez que aquella maravilla estaba a una altitud paralela al tejado del edificio más cercano, en menos de una décima de segundo ascendió a una velocidad imposible de calcular perdiéndose en el cielo ante la mirada alucinada del testigo que el pobre, aún seguía allí sin moverse.
Tras desaparecer definitivamente, Barreras volvió a recuperar el control de su cuerpo y se fue corriendo a buscar un papel y un bolígrafo para recrear en un papel el increíble y desconcertante incidente que acababa de presenciar. Absurdo y extraño, sobre todo porque en ningún momento vio sus espaldas. Nunca supo por qué le pasó eso a él y sobre todo qué hizo aquel ser o las inteligencias que le acompañaban desde el interior del objeto. ¿Le habían hecho algo y él no se había enterado?
Un año tuvo que pasar hasta que aquel objeto volvió a dejarse ver. Ocurrió en Matanzas, una provincia cercana a La Havana, en la misma Cuba. Los protagonistas de estos avistamientos fueron en este caso varios estudiantes y miembros del profesorado de la escuela estatal de la localidad. Vieron lo mismo que Salvador Barreras. El mismo objeto.
Vista inferior y superior del disco
Una noche, alrededor de las 00.00 horas, un grupo de chicas se reunieron en una sección de la residencia de estudiantes en la mencionada localidad. Allí estaban ellas, charlando mientras miraban las estrellas a través de la ventana. De repente, una ráfaga de viento se precipitó a través de las aberturas de las ventanas ‘y un sonido de zumbido se oyó justo antes de que una luz brillante e impresionante iluminase todo el dormitorio. En aquel momento observaron cerca del edificio una aeronave con luces blancas y rojas parpadeando. Ojipláticas y boquiabiertas comentaban el evento en directo. “Un avión será… imposible… mira como brilla…”.
Efectivamente aquellas luces eran demasiado potentes. No podía ser. Las chicas corrieron de habitación en habitación frenéticamente asomándose a las ventanas para obtener una mejor visión de ese objeto, al que describieron con una forma elíptica visto desde una perspectiva lateral.
Esquema del objeto que vio Barreras y posteriormente otras personas en una residencia de estudiantes
Aquello no sonaba, luego un helicóptero no podía ser, razonaban las protagonistas de este segundo incidente. Un avión tampoco porque estaba levitando como un colibrí. Pronto se fue pero el susto de las dos protagonistas se quedó hasta que al día siguiente se lo contaron a toda la residencia y a todos sus profesores. Se organizó una serie de patrullas de vigilancia para ver si aquello volvía a aparecer… y así lo hizo. Todos los testigos describieron al ovni como metálico y de color plateado, de forma redonda con un conjunto circular de luces alrededor de su perímetro. Las configuraciones de luces variaban del rojo al blanco, de éste al azul, o intermitentemente el rojo y el blanco como si pulsaran en una determinada secuencia matemática. Un estudiante observó algunas líneas en la parte inferior de la nave que seguían un patrón radial.
Otro de los estudiantes entrevistados posteriormente confirmó que la nave era similar a una que había visto en años anteriores, cuando estaba sobrevolando Cárdenas, otra ciudad de la provincia de Matanzas. Exactamente la misma y el mismo día del incidente de parálisis del señor Barreras, otro testigo de excepción del absurdo del fenómeno ovni que hoy os traemos en ufopolis como caso fascinante e inquietante de un ovni con un ocupante en un encuentro del tercer tipo sin ningún tipo de sentido.
Si os ha gustado la entrada podéis ver también el vídeo que hicimos sobre otros encuentros con alienígenas imposibles que sin duda no os dejarán indiferentes. Esperamos que sean de vuestro agrado:
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