QUE ES LA ENFERMEDAD? LA SALUD Y LAS EMOCIONES* LA SALUD Y LAS EMOCIONES* 23 de mayo de 2014 Qué es la enfermedad? Es un maestro, una oportunidad para organizar una
armonía superior en nuestra propia vida, a nivel físico, emocional, mental y
espiritual.
¿Qué enferma primero, el cuerpo o el alma?
El alma no puede enfermar, porque es lo que hay
perfecto en ti, el alma evoluciona, aprende
En realidad, buena parte de las enfermedades son todo
lo contrario: son la resistencia del cuerpo emocional y mental al alma. Cuando
nuestra personalidad se resiste al designio del alma es cuando enfermamos. La
Salud y Las Emociones
¿Hay emociones perjudiciales para la salud? ¿Cuáles
son las que más nos perjudican?
Un 70 por ciento de las enfermedades del ser humano
vienen del campo de conciencia emocional. Las enfermedades muchas veces
proceden de emociones no procesadas, no expresadas, reprimidas. El temor,
que es la ausencia de amor, es la gran enfermedad, el común denominador de
buena parte de las enfermedades que hoy tenemos. Cuando el temor se queda
congelado afecta al riñón, a las glándulas suprarrenales, a los huesos, a la
energía vital, y puede convertirse en pánico.
¿Nos hacemos los fuertes y descuidamos nuestra salud?
De héroes están llenos los cementerios. Te tienes que
cuidar.
Tienes tus límites, no vayas más allá. Tienes que
reconocer cuáles son tus límites y superarlos porque si no los reconoces, vas a
destruir tu cuerpo. ¿Cómo nos afecta la ira?
La ira es santa, es sagrada, es una emoción positiva
porque te lleva a la autoafirmación, a la búsqueda de tu territorio, a defender
lo que es tuyo, lo que es justo. Pero cuando la ira se vuelve irritabilidad,
agresividad, resentimiento, odio, se vuelve contra ti, y afecta al hígado, la
digestión, el sistema inmunológico. ¿La alegría por el contrario nos ayuda
a estar sanos? La alegría es la más bella de las emociones porque es la
emoción de la inocencia, del corazón, y es la más sanadora de todas, porque no
es contraria a ninguna otra. Un poquito de tristeza con alegría escribe poemas.
La alegría con miedo nos lleva a contextualizar el miedo y a no darle tanta
importancia.
¿La alegría suaviza el ánimo?
Sí, la alegría suaviza todas las otras emociones
porque nos permite procesarlas desde la inocencia. La alegría pone al resto de
las emociones en contacto con el corazón y les da un sentido ascendente. Las
canaliza para que lleguen al mundo de la mente. ¿Y la tristeza? La
tristeza es un sentimiento que puede llevarte a la depresión cuando te
envuelves en ella y no la expresas, pero también puede ayudarte. La tristeza te
lleva a contactar contigo mismo y a restaurar el control interno. Todas las
emociones negativas tienen su propio aspecto positivo, las hacemos negativas
cuando las reprimimos. ¿Es mejor aceptar esas emociones que consideramos
negativas como parte de uno mismo? Como parte para transformarlas, es
decir, cuando se aceptan fluyen, y ya no se estancan, y se pueden transmutar.
Tenemos que canalizarlas para que lleguen desde el corazón hasta la cabeza.
¡Qué difícil! Sí, es muy difícil. Realmente las
emociones básicas son el amor y el temor (que es ausencia de amor), así que
todo lo que existe es amor, por exceso o defecto. Constructivo o destructivo.
Porque también existe el amor que se aferra, el amor que sobreprotege, el amor
tóxico, destructivo.
¿Cómo prevenir la enfermedad? Somos creadores,
así que yo creo que la mejor forma es creando salud. Y si creamos salud no
tendremos ni que prevenir la enfermedad ni que atacarla, porque seremos salud.
¿ Y si aparece la enfermedad?
Pues tendremos que aceptarla porque somos humanos.
También enfermó Krishnamurti de un cáncer de páncreas y no era nadie que
llevara una vida desordenada. Mucha gente muy valiosa espiritualmente ha
enfermado. Debemos explicarlo para aquellos que creen que enfermar es fracasar.
El fracaso y el éxito son dos maestros, pero nada más.
Y cuando tú eres el aprendiz, tienes que aceptar e incorporar la lección de la
enfermedad en tu vida. Cada vez más personas sufren ansiedad. La ansiedad es un
sentimiento de vacío, que a veces se vuelve un hueco en el estómago, una
sensación de falta de aire. Es un vacío existencial que surge cuando buscamos
fuera en lugar de buscar dentro. Surge cuando buscamos en los acontecimientos
externos, cuando buscamos muletas, apoyos externos, cuando no tenemos la
solidez de la búsqueda interior. Si no aceptamos la soledad y no nos
convertimos en nuestra propia compañía, vamos a experimentar ese vacío y vamos
a intentar llenarlo con cosas y posesiones. Pero como no se puede llenar con cosas,
cada vez el vacío aumenta. ¿Y qué podemos hacer para liberarnos de esa
angustia? La angustia no se puede pasar comiendo chocolate, o con más
calorías, o buscando un príncipe azul afuera.
La angustia se pasa cuando entras en tu interior, te
aceptas como eres y te reconcilias contigo mismo. La angustia viene de que no
somos lo que queremos ser, pero tampoco lo que somos, entonces estamos en el
"debería ser", y no somos ni lo uno ni lo otro. El estrés es otro de
los males de nuestra época. El estrés viene de la competitividad, de que
quiero ser perfecto, quiero ser mejor, de que quiero dar una nota que no es la
mía, de que quiero imitar. Y realmente sólo se puede competir cuando decides
ser tu propia competencia, es decir, cuando quieres ser única, original,
auténtica, no una fotocopia de nadie.
El estrés destructivo perjudica el sistema
inmunológico. Pero un buen estrés es una maravilla, porque te permite estar
alerta y despierto en las crisis, y poder aprovecharlas como una oportunidad
para emerger a un nuevo nivel de conciencia. ¿Qué es para usted la felicidad? Es
la esencia de la vida. Es el sentido mismo de la vida, encarnamos para ser
felices, no para otra cosa. Pero la felicidad no es placer, es integridad.
Cuando todos los sentidos se consagran al ser, podemos ser felices. Somos
felices cuando creemos en nosotros, cuando confiamos en nosotros, cuando nos
encomendamos trans-personalmente a un nivel que trasciende el pequeño yo o el
pequeño ego. Somos felices cuando tenemos un sentido que va más allá de la vida
cotidiana, cuando no aplazamos la vida, cuando no nos desplazamos a nosotros
mismos, cuando estamos en paz y a salvo con la vida y con nuestra conciencia. Vivir
el Presente
¿Es importante vivir en el presente? ¿Cómo lograrlo? Dejamos
ir el pasado y no hipotecamos la vida a las expectativas de futuro cuando nos
volcamos en el ser y no en el tener. Yo me digo que la felicidad tiene que ver
con la realización, y ésta con la capacidad de habitar la realidad. Y vivir en
realidad es salir del mundo de la confusión. ¿Tan confundidos estamos, en su
opinión? Tenemos tres ilusiones enormes que nos confunden. Primero creemos
que somos un cuerpo y no un alma, cuando el cuerpo es el instrumento de la vida
y se acaba con la muerte. Segundo, creemos que el sentido de la vida es el
placer; pero a más placer no hay más felicidad, sino más dependencia. Placer y
felicidad no es lo mismo. Hay que consagrar el placer a la vida y no la vida al
placer. La tercera ilusión es el poder; creemos tener el poder infinito de
vivir.
¿Y qué necesitamos realmente para vivir?, ¿acaso el
amor?
El amor, tan traído y tan llevado, y tan calumniado,
es una fuerza renovadora.
El amor es magnífico porque crea cohesión. En el amor
todo está vivo, como un río que se renueva a sí mismo. En el amor siempre uno
puede renovarse, porque todo lo ordena. En el amor no hay usurpación, no hay
desplazamiento, no hay miedo, no hay resentimiento, porque cuando tú te ordenas
porque vives el amor, cada cosa ocupa su lugar, y entonces se restaura la
armonía. Ahora, desde la perspectiva humana, lo asimilamos con la debilidad,
pero el amor no es débil. Nos debilita cuando entendemos que alguien a quien
amamos no nos ama. Hay una gran confusión en nuestra cultura.
Creemos que sufrimos por amor, que nuestras
catástrofes son por amor. pero no es por amor, es por enamoramiento, que es una
variedad del apego. Eso que llamamos habitualmente amor es una droga. Igual que
se depende de la cocaína, la marihuana o la morfina, también se depende del
enamoramiento. Es una muleta para apoyarse, en vez de llevar a alguien en mi
corazón para liberarlo y liberarme. El verdadero amor tiene una esencia
fundamental que es la libertad, y siempre conduce a la libertad. Pero a veces
nos sentimos atados a un amor. Si el amor conduce a la dependencia es eros.
Eros es un fósforo, y cuando lo enciendes se te
consume rápidamente, en dos minutos ya te quemas el dedo. Hay muchos amores que
son así, pura chispa. Aunque esa chispa puede servir para encender el leño del
verdadero amor. Cuando el leño está encendido produce el fuego, Ese es el amor
impersonal, que produce luz y calor. ¿Puede darnos algún consejo para alcanzar
el amor verdadero? Solamente la verdad. Confía en la verdad; no tienes que
ser como la princesa de los sueños del otro, no tienes que ser ni más ni menos
de lo que eres. Tienes un derecho sagrado, que es el derecho a equivocarte;
tienes otro, que es el derecho a perdonar, porque el error es tu maestro.
Ámate, sincérate y considérate..
Si tú no te quieres, no vas a encontrar a nadie que te
pueda querer. El amor produce amor. Si te amas, vas a encontrar el amor. Si no,
vacío. Pero nunca busques una migaja; eso es indigno de ti. La clave entonces
es amarse a sí mismo. Y al prójimo como a ti mismo. Si no te amas a ti, no amas
a Dios, ni a tu hijo, porque te estás apegando, estás condicionando al otro.
Acéptate cómo eres; lo que no aceptamos no lo podemos transformar, y la vida es
una corriente de transformación permanente.
Entrevista al Dr. Jorge Carvajal Médico Cirujano
de la U. de A. Pionero de la Medicina Bioenergética